
«Hay que denunciar, con ayuda se puede salir de la violencia machista»
Dos nuevas muertes en esta semana claman por la necesidad de redoblar la lucha, para la que acaba de firmarse un protocolo de cooperación institucional Soledad Ruiz Directora del Instituto Andaluz de la Mujer
Actualizado: GuardarEl miércoles en el Parlamento, la directora del IAM confirmaba apesadumbrada que el asesinato de una joven en Jerez era un caso de violencia de género, el quinto en Andalucía en este año, el número 26 en España, el segundo confirmado en ese día. Algunos datos hablan de casi mil víctimas en quince años, 180 en Andalucía.
-¿Qué pasa para que, pese a tanto empeño público, la violencia contra las mujeres no cese?
-La violencia va a tardar mucho en erradicarse, porque se basa en una desigualdad histórica. Yo invito a los ciudadanos a tomar conciencia de que se puede salir pidiendo ayuda, que recurran a nosotros.
-¿Pero cada caso pone en cuestión la eficacia de las medidas?
-No tenemos un oráculo para saber dónde se produce la violencia, desconocemos dónde se registran estas situaciones. Tenemos que llegar a tiempo y sólo podemos hacerlo si hay denuncia. Que nos llamen, las afectadas o quienes conozcan situaciones de violencia, que el teléfono es gratuito.
-Aun así ¿qué pasa para que no se denuncie?
-Creo que no hemos conseguido en estos quince años crear conciencia social. En las concentraciones ante los ayuntamientos, cuando hay víctimas, sólo están las asociaciones de mujeres y los familiares. No está la población. Para el maltratador eso genera un sentimiento de impunidad, piensa que puede hacer lo que quiera, que es consentido.
-¿Cómo es la relación entre denuncias y víctimas?
-En el año 98, cuando Andalucía fue la primera comunidad en plantear el tratamiento multidisciplinar de la violencia de género, el 98% de las víctimas había denunciado. Ahora, el 80% de las mujeres que mueren no lo habían hecho. Eso indica que la respuesta es eficaz cuando se detecta el problema. Hay que denunciar.
-¿Entonces, ahora, qué sucede?
-Hay perfiles nuevos. Las mujeres tardan menos en denunciar, pero queda conseguir que el entorno más cercano se involucre en ver cuándo una relación de pareja pasa a ser de violencia.
-Acaba de firmarse un acuerdo de cooperación institucional, con la participación del Gobierno central, los municipios, la Justicia y los agentes sociales. ¿Qué aporta?
-Ya en el 98 vimos que hacía falta abordar la violencia machista desde muchas perspectivas, porque las víctimas tenían necesidades en materia de empleo, vivienda, protección, Justicia. Una sola institución no podía dar respuesta. En 2005, el pacto se renueva con la creación de los juzgados especializados. Ha sido efectivo. Hace unos días, en una conferencia sectorial en el Ministerio se constataba que se ha logrado invertir la tendencia y, como le decía, ahora el 80% de las víctimas no ha presentado denuncia. Pero había que mejorar los instrumentos para dar respuesta a las nuevas situaciones y profundizar en el fenómeno. No estamos ante un delincuente común, sino un tipo de delincuencia que no responde a un patrón de ningún tipo. Hay que hacer un esfuerzo investigador y formar profesionales.
-Una de las novedades es el tratamiento de los menores como víctimas de la violencia de género. ¿Cómo se traduce esa condición?
-Los niños no son solo espectadores, están muy expuestos, son las segundas víctimas directas, por las secuelas que presentan. Tienen derecho a atención psicológica individual y acompañados de la madre y habrá instrumentos de protección adecuados a distintas edades.
-¿Y qué papel van a jugar los agentes sociales en este nuevo marco?
-Ha habido víctimas que lo fueron en su centro de trabajo. Se trata de que los empresarios sean sensibles y, cuando se den estas amenazas, las coloquen en lugares donde no estén expuestas a una posible agresión. A veces cuando una mujer está en esta situación tiene vergüenza, no lo dice en su centro de trabajo y si tiene que ir al juzgado o a denunciar, o a terapia puede tener problemas laborales. Se trata de facilitar todo ello, preservando la confidencialidad.
-¿Y en el ámbito de la educación, qué se contempla en el acuerdo?
-Reforzar los protocolos para detectar los casos que se den en las familias a través de los menores y atenderlos.
-¿Cree que se puede hablar de un efecto contagio, que cuando hay una víctima suele haber otra?
-No, no hay evidencia científica. Un estudio de la Universidad de Granada se ha aproximado al asunto y no se puede concluir que exista ese efecto.