Sobre estas líneas, tableta granular creada por Chris Carlson; a la izquierda, el controlador MIDI Bhoreal y el InkScapes, otro ejemplo de la convergencia de los lenguajes. :: R. C.
Sociedad

Los instrumentos del futuro

El Sónar de Barcelona presenta algunos de los aparatos que marcarán la música en los próximos años

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Los instrumentos del futuro no serán de cuerda, ni de viento, ni de percusión. Serán tabletas, aplicaciones para móviles y extraños aparatos llenos de luces y botones. Algunos están por descubrir, pero otros, los que marcarán tendencia en los festivales del próximo lustro, ya están en la calle. Sus nombres, como su funcionamiento, es bastante futurista: Bhoreal, Polymetros, Cubepix. Estos son algunos de los aparatos que este año se presentan en sociedad en el Sónar, el festival de música avanzada que se celebra este fin de semana en Barcelona, y que aspiran a convertirse en el nuevo Reactable, el tablero mágico diseñado por el grupo de tecnología musical de la Universidad Pompeu Fabra que Björk descubrió hace años en el Sónar y se lo llevó para su gira de 2007.

«Muchos de los instrumentos del futuro son difíciles de trasladar al formato clásico; no se puede hablar de la guitarra del futuro o el violín del futuro. En los aparatos que veremos en los próximos años no solo convergerán los instrumentos, sino también los diferentes lenguajes», asegura José Luis de Vicente, comisario de Sónar +D, la división del festival que se dedica a presentar las últimas tendencias en la tecnología aplicada a la música.

Entre lo más novedoso, De Vicente destaca una creación española, Vidibox, un instrumento que permite remezclar material audiovisual, con una interfaz que se sirve de las características del iPad y que permite una edición sencilla y novedosa. El comisario del Sónar +D pone además especial énfasis en el nuevo instrumento interactivo llamado Polymetros. Lo define como un sistema «colaborativo e interactivo» que permite improvisar y componer música entre varios usuarios a la vez, de una forma sencilla y espontánea. Creado en la Universidad Queen Mary, en Londres, el objetivo de Polymetros es el de permitir la creación musical colectiva en espacios públicos, conectando una serie de tabletas con un dispositivo central e invitando a todo tipo de usuarios a crear directamente entre ellos sin que sea necesario haberse conocido previamente. «En los instrumentos del futuro», añade De Vicente, «se romperán las barreras entre público y artista», señala.

La otra sensación de los próximos años, y ejemplo de lo que viene, es, a su juicio, el controlador MIDI Bhoreal, que no solo permite la comunicación entre los ordenadores, sintetizadores, secuenciadores y otros dispositivos musicales para la generación de sonidos. Según De Vicente, Bhoreal es el «paradigma» de cómo funcionará la música. Primero, porque su desarrollo ha sido posible gracias al crowdfunding, y además por su filosofía sencilla y compleja a la vez, porque desde un mismo panel lumínico se puede controlar la luz, el sonido o el vídeo. «Todo a la vez, de múltiples funciones y pensado para aplicaciones multimedia, muy útil para DJ's, artistas visuales, músicos, VJ's y hackers», afirma.

Pruebas de laboratorio

Todos estos aparatos, además del Cubepix, un display interactivo que consiste en 64 cubos sobre los que se proyectan diferentes imágenes y colores, son pruebas de laboratorio de por dónde irán los tiros, pero en el Sónar, según De Vicente, ya pueden verse en directo, en los escenarios de los conciertos, algunas otras invenciones que marcarán los próximos años. Por ejemplo, la tableta granular creada por el músico Chris Carlson. Se trata de una nueva interfaz, llamada Borderlands, que se basa en la síntesis granular. Carlson mueve su tableta de un lado a otro del escenario, y gracias al meneo del dispositivo es capaz de crear infinitud de sonidos, nuevos timbres y texturas muy complejas. Y todo ello en directo e improvisando.

O como ejemplo de la convergencia de lenguajes está el proyecto InkScapes, una instalación-performance de Adrià Navarro que consiste en una gran pantalla en la que se muestran los dibujos que van realizando tres artistas con tres tabletas en directo y cuyos trazos además crean unos sonidos determinados. InkScapes acaba siendo un gran lienzo interactivo, visual y sonoro que crea un efecto envolvente sobre el espectador.

Si algo bueno tiene la tecnología musical, concluye De Vicente, es que «democratiza la música, ya que cada vez es más fácil acceder a buenas herramientas para componer».