
El juez del 'caso Blesa' dice sufrir injerencias y presiones «de todo tipo»
Silva afirma que una posible querella de la Fiscalía en su contra «se estrellaría» y le advierte de que «no tiene el monopolio» normativo
MADRID. Actualizado: GuardarPara algunos, genio y figura; para otros, exceso de protagonismo. El juez Elpidio José Silva, que saltó a primera línea tras mandar a la cárcel al expresidente de Caja Madrid, Miguel Blesa -primero bajo una fianza de 2,5 millones de euros, a mediados de mayo, y después de forma incondicional, la semana pasada-, denunció ayer estar sufriendo «todo tipo de presiones e injerencias» en su trabajo a raíz de tomar esas decisiones. Sin embargo, no precisó ni el origen ni el sentido de las mismas, y se limitó a añadir que han sido «muchas, algunas que no puedo ni contestar».
De forma inusitada, y aprovechando las preguntas que la prensa le hizo tras una conferencia sobre prevención del blanqueo de capitales organizada por la firma Iuris&Lex, el titular del Juzgado de Instrucción número 9 de Madrid denunció que el principio de independencia judicial «no se está respetando en este caso». «He recibido presiones que no deberían haberse producido -se quejó de forma algo enigmática- y que no tengo por qué tolerar». «Estoy trabajando en unas condiciones bastante difíciles», abundó, a lo que desde el Poder Judicial (CGPJ) se le respondió animándole a que las denuncie.
Respecto a su relación con la Fiscalía, argumentó que «en el ámbito del derecho caben interpretaciones distintas de una misma norma». Eso sí, advirtió de que el Ministerio Público -que apoya a la defensa de Blesa para pedir su libertad- «muy difícilmente puede tener el monopolio interpretativo».
Esas divergencias, sin embargo, han llegado al punto de que la Fiscalía también respalda la recusación del juez -sobre la que él apuntó que «no debo ser apartado del caso» porque ni es subjetivo ni es «enemigo» de Blesa- y está investigando si habría indicios suficientes para interponer una querella por prevaricación en su contra. «Si lo quiere hacer, no lo sé... Pero una querella contra mí se va a estrellar porque lo que estoy haciendo no se separa ni un milímetro de la legalidad vigente», apuntó. De hecho, considera que este tipo de iniciativas penales sería «otra injerencia».
«Tenéis que dejarme trabajar y confiar en mí», dijo Silva, quien sin entrar en detalles defendió que en las últimas semanas se habían reforzado «sustancialmente» los indicios que pesan en contra de Blesa por la compra de un banco en Miami y los créditos concedidos a Gerardo Díaz Ferrán. «Pero eso no quiere decir que sea ya presunto culpable -precisó-, porque las personas son inocentes hasta que haya una sentencia firme en su contra».