Winnie Madikizela, exmujer de Mandela, ayer tras visitarlo junto a una de las hijas. :: ALEXANDER JOE / AFP
MUNDO

Mandela continúa en cuidados intensivos y sin experimentar mejoría

El Gobierno de Sudáfrica hace un llamamiento a rezar por el expresidente mientras medios locales informan de gestiones para organizar el funeral

JOHANNESBURGO. Actualizado: Guardar
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«Recen por Madiba y su familia», resumía el presidente sudafricano, Jacob Zuma, tras darse a conocer ayer que Nelson Mandela continuaba en cuidados intensivos y sin experimentar mejoría. «Permanece en el hospital y su estado no ha cambiado», informaba la jefatura del Estado en un escueto comunicado que rompía 48 horas de silencio sobre la evolución del carismático líder, ingresado en una clínica de Pretoria desde el sábado a causa del empeoramiento de una neumonía que padece desde hace meses.

Las muestras de apoyo y preocupación por el símbolo de la lucha contra el régimen segregacionista del apartheid se sucedieron en toda la nación por tercer día consecutivo. Oraciones en iglesias y la vigilia de un amplio número de periodistas a las puertas de la clínica caracterizaron una jornada en la que Winnie Madikizela-Mandela, exesposa del héroe sudafricano y madre de dos de sus hijas, acudió a visitarlo. Mientras, la mayor de las hijas del exmandatario y embajadora de Sudáfrica en Argentina, Zenani Mandela-Dlamini, interrumpía su agenda de trabajo para permanecer junto a su padre y al resto de la familia.

Las alarmas sobre el delicadísimo estado del primer presidente negro del país se activaron aun más al difundir el diario The Star -citando tres altos cargos gubernamentales- que las autoridades habrían activado desde el fin de semana el protocolo para organizar el funeral del exmandatario. Distintas fuentes diplomáticas latinoamericanas reconocieron también que embajadas y Ejecutivos trabajan ya en la confección de las delegaciones de cara a un entierro inminente.

«Es un luchador»

El mutismo que mantenían los familiares de Mandela sobre la evolución del Nobel de la Paz fue alterado ayer con el optimismo que desprendió Zindzi, otra de las hijas del exdirigente en declaraciones al rotativo británico The Guardian. «Vi a mi padre y está bien. Es un luchador», señaló. Asimismo, salió al paso de los rumores de algunos medios que indicaban que el círculo íntimo del expresidente había prohibido a líderes políticos acudir a visitarlo . «Nosotros queremos crear un ambiente propicio para su restablecimiento. Por lo tanto, los seres amados más cercanos van a verlo, eso es todo, nada más», precisó.

El portavoz de la Presidencia, Mac Maharaj, indicó que la poca información que se da a conocer sobre Mandela responde únicamente a las recomendaciones de las autoridades hospitalarias. Paralelamente, negó que exista una orden de la familia para mantener aislado al venerado héroe del resto de personas que no pertenezcan a su clan. «Hay limitaciones en los visitantes y ya sabemos que cuando una persona está en cuidados intensivos los médicos solo permiten a algunas personas muy cercanas a estar allí», matizó.

A la espera de que se conozcan nuevos detalles, diversos medios locales reflexionaban ayer sobre el impacto que tendría en Sudáfrica el fallecimiento del símbolo de la reconciliación nacional.

«Mientras rezamos por la recuperación de Madiba, debemos también hacerlo por nosotros mismos, una nación que, moralmente, perdió su brújula», afirmaba el periódico Sowetan en un editorial. «Parte de nuestro sentimiento de pánico se debe a una cuestión: ¿qué es lo que muere con Mandela», se preguntaba el diario, en referencia al desencanto que se ha asentado en un país que soñaba con una sociedad multirracial modelo y hoy se ve lastrado por las dificultades económicas y sociales.