
«Amor verdadero» por Berlusconi
Nicole Minetti proclama su pasión por el magnate en un último intento defensivo en el juicio por prostitución del 'caso Ruby'
ROMA. Actualizado: GuardarEn la sordidez del 'bunga bunga' y del juicio por inducción a la prostitución a tres amigos de Silvio Berlusconi, acusados de llevarle chicas y organizarle orgías en 2010, ayer se abrieron paso los sentimientos puros. Uno de los acusados, la diputada regional de Milán Nicole Minetti, liada con el entonces primer ministro y enchufada en las listas electorales con 25 años, proclamó ayer «aquí, ante este tribunal, de una vez por todas, que el mío ha sido un sentimiento de amor verdadero por Silvio Berlusconi». Esta revelación de culebrón fue la base de su defensa, en una última intervención a pocas semanas de la sentencia. Aunque sirvió para confirmar que no llegó a la política precisamente pegando carteles.
Minetti argumentó así, movida por su amor, que nunca llamó a chicas ni organizó fiestas eróticas en la mansión de Arcore de Berlusconi, de 67 años. Contó que le conoció en febrero de 2009, cuando el líder de la derecha pasó por el hospital donde ella hacía prácticas como estudiante, al tiempo que era azafata 'sexy' en televisión. «Fascinada por su personalidad y su gran carisma», se inició un «discreto cortejo» que llevó a una relación. Fue entonces cuando comenzó a asistir a las célebres veladas de Arcore, aunque su historia, afirma, terminó a finales de ese año. Luego siguieron siendo amigos y, según testigos, se despelotaba en los saraos.
La joven describió su entrada en política de forma memorable: «A veces hablábamos de mi futuro y de lo que haría tras licenciarme, y estaba claro que teniendo una relación sentimental él se sentiría feliz de ayudarme. En particular yo había expresado mi deseo de entrar en política y casi por casualidad llegó la oportunidad». Resulta que el dueño del hospital donde se conocieron, el cura mafioso Lugi Verzé, amigo de Berlusconi, quería tener alguien de su confianza en el cotarro «y fue casi espontáneo pensar en mí».
«Cae él y caemos nosotras»
Es enternecedor recordar ahora las escuchas de enero de 2010, donde Minetti se desahogaba contra Berlusconi por no defenderla cuando estalló el escándalo: «Es un viejo, un pedazo de mierda, con tal de salvar su flácido culo le da igual todo. Me ha metido un lío que solo Dios sabe, le he protegido el culo». En una conversación previa con otra habitual de las fiestas, Barbara Fagioli, exconejita de 'Playboy', estaba enfadada porque él ya no la llamaba y corrían envidias en el harén por las nuevas queridas a las que ponía pisos. Minetti reflexionaba, entonces sin sentimentalismos: «Me dio aquel puesto porque fue lo primero que se le ocurrió, si hubiera sido otra se lo habría dado también. (...) Cae él y caemos nosotras, a él le viene bien meternos a ti y a mí en el Parlamento porque así nos quita de encima y el sueldo lo paga el Estado».