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El PP defiende la gestión de Zaplana, Camps, Fabra y Barberá en Valencia
Los populares valencianos inauguran su convención regional con imputados por los pasillos, pero lejos de la tribuna de oradores
PEÑÍSCOLA. Actualizado: GuardarLa dirección nacional del PP llegó ayer a Castellón en auxilio de los populares valencianos, acuciados por los casos judiciales de corrupción y atemorizados por unas encuestas que, por primera vez desde 1995, les sitúan lejos de la mayoría absoluta en la Comunidad Valenciana.
Y lo hizo de una manera inesperada, con una reivindicación de la historia reciente de esta formación y equiparando en importancia la gestión de los expresidentes Eduardo Zaplana y Francisco Camps con la del actual líder de la Generalitat, Alberto Fabra, y de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, que se enfrenta a una posible imputación en el 'caso Nóos' por un supuesto trato de favor del Ayuntamiento a la empresa de Iñaki Urdangarin.
A falta de lo que pueda decir Mariano Rajoy, que hoy clausura esta convención regional, Carlos Floriano y Esteban González Pons, vicesecretarios generales de Organización y de Programas destacaron la «humildad» de un partido que es capaz de «pedir disculpas por cosas que no se tenían que haber hecho» y de «rectificar», en aparente alusión a los casos de corrupción.
Aparente porque ninguno de los dos comentó las acusaciones o imputaciones que pesan contra once parlamentarios autonómicos del PP y contra los alcaldes de Castellón, Alfonso Bataller, y de Alicante, Sonia Castedo, un dúo que puede ser un trío en cuestión de semanas con Barberá.
Por el contrario, Floriano pidió al PSOE que «sea consecuente con lo que pide para otros» y exija la dimisión del diputado del PSOE y exministro José Blanco tras la petición del Supremo de enjuiciamiento por el 'caso Campeón'.
Pons incidió en que el PP en Valencia ha tenido más aciertos que errores. Es más, se preguntó: «¿Dónde estaríamos si Zaplana o Camps no hubieran sido presidentes de la comunidad o si Fabra no lo fuera ahora e, incluso, si Rita Barberá no fuera alcaldesa de Valencia».
Para encontrar un político imputado no hay que alejarse mucho del Palacio de Congresos de Peñíscola, localidad castellonense donde se celebra este cónclave. La regidora de Alicante protagonizó una anécdota nada más llegar al recinto. «¿Piensa usted dimitir?», le preguntaron los informadores. «¿Yo, por qué?», respondió Sonia Castedo. «Porque está usted imputada», insistieron los periodistas, a lo que la alcaldesa replicó con un lacónico «¿Y?». Más tarde intentó explicar que solo había querido decir que el término 'imputado' «se había prostituido mucho».
Mudos
Ninguno de los dirigentes populares imputados tomará la palabra ni en el plenario ni en las comisiones multidisciplinarias de la convención. Sí se espera que acudan en tropel al primer acto de partido en Valencia, en el que participa Mariano Rajoy desde 2011. Nombres como Rita Barberá o Ricardo Costa estarán entre el público. La incógnita es saber si darán el paso Rafael Blasco, exconsejero y exportavoz del PP en el Parlamento valenciano, que se ha negado a dimitir pese a que se lo ha exigido el propio Fabra; y Francisco Camps, inédito tanto en las Cortes autonómicas como en actos públicos del PP desde que el Tribunal Supremo confirmó su absolución.
Fabra, en conversación informal, aseguró que logrará el objetivo que se marcó cuando llegó a la presidencia del PP valenciano hace dos años, esto es, regenerar el partido con el alejamiento de sus cargos de los imputados a los que se abra juicio oral.
El presidente valenciano defendió además la gestión de Rita Barberá en el 'caso Nóos' e indicó que cuando se firmaron los contratos con la empresa del marido de la infanta Cristina de Borbón nadie dudó de que eran bueno para los intereses de la ciudad y que, en todo caso, el posible delito no lo habría cometido el Ayuntamiento de Valencia, sino el Instituto Nóos, «si es que duplicó facturas».