La primera bocanada de aire
La bajada del desempleo, por más insuficiente y provisional que resulte, contiene datos que hacen pensar por primera vez en un cambio de ciclo
Actualizado: GuardarLa caída ha sido tan grave. El descenso recorrido hacia el abismo ha sido tan largo que resulta imprudente, casi ofensivo, hablar de alegría, esperanza, recuperación o alivio. La sangría laboral que la provincia de Cádiz vive desde 2007 (caso Delphi) e incluso la que arrastraba desde siempre (con porcentajes que llegaban a duplicar los de varias provincias españolas) necesitan de muchas mejoras, sostenidas e igualmente notorias, para llegar a revertir la situación. Aún hay demasiadas familias con todos sus miembros sumidos en el desempleo. Aún son demasiados los demandantes y muchas las carencias en formación. Además, el sector industrial, tradicional cimiento del mercado laboral especialmente en las tres comarcas más pobladas, las dos bahías y Jerez, no deja de dar malos síntomas. El último, el de Altadis ayer, al confirmar el cierre que adelantó LA VOZ el pasado sábado.
Pero con todas estas prudencias, en la certeza de que el camino será duro y largo, de que sólo estamos en los primeros pasos de los cientos que son necesarios, resulta justo y objetivo reseñar que la bajada del paro registrada en el mes de mayo no es una más. Ni siquiera es la previsible en un mes que suele tener un comportamiento favorable casi todos los años. La vivida en este 2013 es la mejor de todas las que se han cuantificado en un mes de mayo desde que hay recuentos oficiales, allá por los primeros años 80.
Ese dato, y no otro, permiten pensar que por primera vez hay hechos reales en los que basar la creencia de que el ciclo económico puede cambiar definitivamente entre el segundo semestre de este año el inicio de 2014. Ese próximo año será el primero de muchos que se espere, esta vez sí, con algo de esperanza en lo económico.