Putin desmiente el envío de misiles antiaéreos a El-Asad
MOSCÚ. Actualizado: GuardarComo era de esperar, las posiciones de Moscú y la Unión Europea a propósito del conflicto sirio continúan siendo muy divergentes. Así se ha podido constatar al término de la XXXI cumbre Rusia-UE celebrada ayer y el lunes en la ciudad de Ekaterimburgo. El presidente ruso, Vladímir Putin, dijo sentirse «decepcionado» por la decisión europea de levantar el embargo de armas a la oposición al régimen de Damasco. Al mismo tiempo, manifestó que los suministros de equipos militares de su país a Bashar el-Asad «no violan ningún acuerdo y se realizan el pleno cumplimiento del derecho internacional».
El jefe del Kremlin declaró durante la rueda de prensa, ofrecida conjuntamente con los presidentes del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, que el contrato para el envío de los misiles antiaéreos S-300 a Siria «se firmó hace años, pero aún no se ha realizado». Aun así, evitó responder cuándo se espera que los cohetes lleguen a su destinatario.
El presidente ruso insistió una vez más en su rechazo a una intervención militar en el país árabe. Según sus palabras, «cualquier intento de influir en la situación por la fuerza, con una injerencia militar directa, está condenada al fracaso». «Causaría irremediablemente graves consecuencias en el ámbito humanitario», añadió. Del mismo modo, afirmó que durante la cumbre «se ha trabajado estrechamente para hacer posible la conferencia de paz de Ginebra».
En materia económica, Putin se refirió al «tercer paquete energético», una norma que obliga a las compañías que operen en Europa a separar producción, distribución y comercialización.