Los museos, cerrados por recortes

En la coyuntura actual, cualquier medida de recorte de gastos en la administración debe ser, a priori, bienvenida. Pero cuando las decisiones que se toman no obedecen a razonamientos lógicos, la teoría se desmorona. Eso es lo que está pasando exactamente con la decisión de la Junta de Andalucía de reducir los horarios de todos los museos de la comunidad durante el verano. Entre junio y septiembre, éstos sólo se podrán visitar en horario matutino, de 9.00 a 14.00.

Quizá en otras provincia andaluzas, en las que durante el periodo estival su población se reduce considerablemente por mor de las vacaciones, la decisión pueda considerarse acertada. Pero en la de Cádiz, donde esta población se multiplica significativamente a causa del turismo, es absurdo.

Si Cádiz quiere atraer turistas más allá del sol y playa, no puede tener sus centros culturales más significativos cerrados a cal y canto todas las tardes. Es un contrasentido y arrojar piedras contra el tejado propio. Decisiones de este tipo no se pueden tomar midiendo a todos con el mismo rasero. Es obligación de los responsables políticos estudiar caso a caso. Y es obvio que Cádiz pierde oportunidades cerrando los museos por las tardes.

Al margen está el problema de los empleados de dichos museos, que han hecho público su temor a que esto no sea más que el primer paso y que, llegado el otoño, la medida se mantenga o se tomen otras en el mismo sentido: el de recortar sin pensar que puede ser peor el remedio que la enfermedad.

Si esto ocurriese, no sería de extrañar ya que casos peores se han dado en la Sanidad, con la reducción de horarios en centros de salud, como el de Vargas Ponce, sin que nadie desde la Consejería de Salud quiera reconocerlo.