El expresidente de Taiwán intenta suicidarse en la cárcel
SHANGHÁI. Actualizado: GuardarEl expresidente de Taiwán, Chen Shui-bian, cogió el domingo por la noche una toalla en uno de los baños de la prisión de Taichung y trató de quitarse la vida. No obstante, la pronta actuación de los guardas impidió que consumara su suicidio. Y en un examen posterior se descartó la posibilidad de que vaya a sufrir secuela alguna. De hecho, un psicólogo certificó horas después que su estado de ánimo presentaba ya una ligera mejoría.
Esa es toda la información que dio ayer el Ministerio de Justicia de la antigua Formosa en un escueto comunicado que deja multitud de interrogantes sin resolver. Chen, de 62 años, sufre una profunda depresión por los 20 años a los que fue condenado por delitos de corrupción y de fraude, una sentencia que él siempre ha considerado políticamente motivada, y su salud se ha deteriorado en los últimos meses. No obstante, todas sus peticiones de excarcelación por razones médicas han sido rechazadas. De hecho, en 2011 se le sumó otra condena por lavado de dinero.
El dirigente del Partido Democrático de Progreso alcanzó la presidencia en 2000, un hito que acabó con más de medio siglo de hegemonía del Kuomintang -el partido que perdió la guerra civil china y se exilió en Taiwán-, y repitió su éxito en las siguientes elecciones. Según sus aliados, la belicosa actitud que mantuvo frente a China -él abogaba por una independencia sin contrapisas para la isla cuya soberanía reclama Pekín- le granjeó enemigos que ahora están en el Gobierno y que prefieren mantener a Chen entre rejas. Sus detractores aseguran que los delitos económicos están probados y que su teoría de la conspiración no busca otra cosa que confundir a la población.