Palabra cumplida
La alcaldesa Teófila Martínez dijo que demandaría al extesorero del PP Luis Bárcenas en defensa de su honor y lo ha hecho; ahora la Justicia tiene la última palabra
Actualizado: GuardarLa credibilidad de un político se mide por el nivel de cumplimiento de sus anuncios y sus promesas. Y cuando se habla del honor individual, el camino de la Justicia es el único que se puede tomar cuando alguien siente que ha existido un ataque hacia un derecho que tienen todos los ciudadanos reconocido por Ley. La alcaldesa de Cádiz anunció al ver su nombre en los llamados 'papeles de Bárcenas' que demandaría a su antiguo compañero de partido y, por ende, al medio de comunicación que publicó esa documentación. Actuar contra el mensajero debería haber quedado fuera de la estrategia del partido porque ese medio sólo recogió la información que le aportaron sus fuentes y a nadie se le escapa qué rostro puede tener esa garganta profunda. Otra cosa bien distinta es que desde la redacción se hubiera elaborado un material con el único fin de desprestigiar. Pero ya hay quien ante sede judicial defiende que esa documentación no la crearon los periodistas.
Lo que sí es de obligado cumplimiento para esa necesaria credibilidad que tanto falta en la clase política española es que si la alcaldesa de Cádiz, como otros dirigentes populares, niegan las acusaciones que se vierten en esos papeles, los cuales tienen un autor con nombre y apellidos, es que acudan a los tribunales. Si además se anuncian acciones judiciales, dejarlo en una simple promesa, sólo ayuda a cuestionar la falsedad defendida por quien demanda.
La demanda planteada por Teófila fue admitida a trámite el 7 de mayo. Quiere decir que a finales de abril, como dijo ante los medios de comunicación, le había dado el visto bueno a sus abogados que la presentaron en los juzgados. El tiempo, en esta ocasión, deja en mal lugar al PSOE que en la estrategia destructiva en la que está sumida la política local, necesitada de debates constructivos y de aunar fuerzas en tiempos difíciles, se empeñaba día sí, día también en poner en duda si la regidora había ido a los tribunales. Y sí, ha ido.