La reina Isabel II visitó ayer las instalaciones del cuartel de Woolwich, al que pertenecía Rigby. :: REUTERS
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Los familiares del militar asesinado en Londres piden que «se mantenga la calma»

«No deseamos que otras familias tengan que pasar por esta horrorosa experiencia», señalaron tras agradecer el apoyo recibido

LONDRES. Actualizado: Guardar
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«Lee no hubiese querido que su nombre fuese utilizado como una excusa para atacar a otras personas». En un comunicado difundido ayer por el Ministerio de Defensa, la familia de Rigby, el soldado británico asesinado por dos supuestos radicales islámicos en el barrio londinense de Woolwich el pasado 22 de mayo, agradeció el «abrumador apoyo» recibido y pidió «calma» ante las fuertes reacciones que el ataque ha generado hacia la comunidad musulmana.

«No deseamos que otras familias tengan que pasar por esta horrorosa experiencia y pedimos a todos que mantengan la calma y muestren su respeto de manera pacífica», añade la nota, firmada por la madre del soldado, Lyn; su esposa, Rebecca; y su hijo de dos años, Jack. Los familiares califican de «asombrosas» las muestras de «generosidad, bondad y solidaridad» manifestadas por gente de todas partes del mundo y dicen haberse emocionado al ver la gran cantidad de flores y tarjetas dejadas por los ciudadanos en el lugar donde el soldado perdió la vida, cerca del cuartel militar de Woolwich. El mensaje fue divulgado horas después del inicio de la investigación judicial para aclarar la muerte del soldado, atacado a machetazos por dos británicos de origen nigeriano convertidos al islam e identificados como Michael Adebowale, de 22 años, y Michael Adebolajo, de 28. Este último salió ayer del hospital donde se recuperaba de las heridas producidas por los disparos de los agentes tras el ataque para ser interrogado en una comisaría.

Visita de Isabel II

Adebolajo fue grabado por varios testigos con las manos ensangrentadas y gritando -machete en mano- que la única razón por la que había matado al soldado es «porque hay musulmanes muriendo cada día. Es el ojo por ojo y diente por diente». Su compañero compareció ayer ante la Corte de Magistrados de Westminster entre fuertes medidas de seguridad. Además, Scotland Yard confirmó la detención de otros dos hombres, de 42 y 46 años, sospechosos de «estar involucrados en el suministro de armas de fuego ilegales» en este caso. Con los de ayer ya son doce las personas arrestadas en relación con el asesinatos del soldado Rigby, si bien seis ya han sido puestas en libertad y otras dos han sido liberadas sin cargos.

La reina Isabel II estuvo ayer en el cuartel de Woolwich, en una visita que la casa real ya tenía programada antes del ataque al soldado, que pertenecía al Segundo Batallón del Regimiento Real de Carabineros y había servido en misiones en Afganistán. La soberana, de 87 años, saludó a los superiores de Rigby, marcó en privado su fallecimiento y asistió a una ceremonia militar en su honor en el cuartel de la Artillería Real, además de entregar dos medallas de servicio en Afganistán a los miembros de la llamada Tropa del Rey.