MUNDO

Las elecciones de junio en Líbano se aplazan 17 meses

El Parlamento aprueba prorrogar su mandato y celebrar los comicios en noviembre de 2014 en medio de las tensiones provocadas por Siria

BEIRUT. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El Parlamento libanés decidió ayer prorrogar en otros 17 meses su actual mandato y aplazar hasta noviembre de 2014 las elecciones inicialmente previstas para el próximo 16 de junio, informaron los medios locales. Según la Agencia Nacional de Noticias (MNA), la medida se tomó con los votos a favor de 97 de los 128 parlamentarios en sesión plenaria y se justificó por la «incapacidad» de los partidos políticos para llegar a un acuerdo sobre la ley electoral y por las profundas divisiones causadas por la guerra en la vecina Siria.

Se trata de la primera decisión de este tipo por parte del Parlamento desde el final de la guerra civil que vivió Líbano entre 1975-1990. El presidente del país, Michel Suleiman, y el primer ministro saliente Nayib Mikati -que continúa en funciones hasta la formación de un nuevo gobierno- firmaron la ley que prorroga el mandato parlamentario, aunque Suleimán había advertido previamente que impugnaría el aplazamiento en caso de aprobarse. No obstante, el diario libanés 'Daily Star' indicó que será poco probable que el Consejo Constitucional revierta la decisión debido a que cuenta con el apoyo de la gran mayoría de los diputados.

Según apuntaron a la agencia Reuters fuentes que presenciaron la votación, «el punto salió adelante en apenas diez minutos». La propuesta de prorrogar el mandato del Parlamento había sido presentada por los partidos 8 de marzo y 14 de marzo, y rechazada por el Movimiento Patriótico, que pertenece al 8 de Marzo, al igual que el partido-milicia chií Hezbolá. En la sesión plenaria no participaron los diputados de la Corriente Patriótica Libre, del general cristiano Michel Aoun, que celebraron en paralelo una reunión con los miembros de su grupo parlamentario.

Antes de la escalada de violencia en Líbano registrada la semana pasada, los políticos ya estaban profundamente divididos sobre los cambios propuestos a la ley electoral y habían puesto en duda la celebración de los comicios. El texto aprobado por el Parlamento hace referencia directa a «las tensiones políticas y de seguridad» que impedirían «la celebración de una campaña electoral».