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Cospedal abre una tercera vía para aplacar la guerra entre barones del PP por el déficit
Defiende un único objetivo para todos, pero permitiendo que las comunidades en peor situación recorten menos este año y más en 2014
MADRID. Actualizado: GuardarLa decisión de la Comisión Europea de permitir a España cerrar 2013 con un déficit del 6,5% -dos puntos más de lo establecido en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento- provocó una mezcla de sensaciones encontradas en el Gobierno de Mariano Rajoy. Por un lado, el Ejecutivo se evita realizar un ajuste añadido de 20.000 milones de euros, pero, por otro, Rajoy asiste impotente al enfrentamiento entre presidentes autonómicos de su mismo partido a cuenta del denominado déficit asimétrico.
María Dolores de Cospedal, en un intento por aplacar esta guerra interna antes del decisivo Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), propone una vía intermedia entre regiones como Cataluña, Murcia y Comunidad Valenciana, que reclaman un menor objetivo de déficit debido a su delicada situación financiera, y las denominadas cumplidoras, es decir, Galicia, Madrid, Aragón o Extremadura, que en 2012 lograron la aminoración de los números rojos de sus cuentas públicas que les había exigido el Ejecutivo.
La secretaria general del PP y presidenta de Castilla-La Mancha se decanta por un mismo objetivo de déficit, pero permitiendo que las que más problemas económicos tienen recorten menos en 2013, con el compromiso de que deberán ajustar más en 2014.
La situación es delicada y la comida que mantuvo Rajoy el pasado lunes con sus barones autonómicos apenas si ha logrado calmar los ánimos. La clave es que varios dirigentes regionales del PP se oponen abiertamente a que la Generalitat logre un trato ventajoso a cambio de rebajar su presión soberanista.
«Es innegociable exigir que al final de los dos años de prórroga que ha dado Bruselas al Reino de España todas las comunidades autónomas cumplan con objetivos de déficit que sean exactamente iguales», explicó ayer Cospedal durante una entrevista en la Cope.
Cospedal, de esta manera, abre la puerta a que Cataluña, pero también Murcia o la Comunidad Valenciana, logren del Ministerio de Hacienda cierto trato diferenciado en 2013, siempre y cuando al final reduzcan los números rojos de sus cuentas públicas en el mismo porcentaje que el resto de autonomías y, sobre todo, con los mismos parámetros.
«Lo que se quiere y se debe exigir a todas las administraciones públicas es incidir en la senda de la consolidación fiscal y está claro que el plazo de los años es el mismo para todos, es decir, que los que no hayan hecho esfuerzos antes lo tendrán que hacer después», remachó. Pero ni los llamamientos de Rajoy ni los de Cospedal han logrado, hasta el momento, cambiar el paso de rocosos dirigentes populares como Alberto Núñez Feijóo, José Antonio Monago, Juan Vicente Herrera o Luisa Fernanda Rudi, que no quieren oír hablar de permisividad. De hecho, la presidenta de Aragón no ha querido esperar ni al CPFF y esta misma semana adelantó que el Gobierno de Aragón gastará este año 168 millones de euros más de lo que había previsto inicialmente en su presupuesto. Por lo tanto, cerrará el año con un déficit del 1,2% sobre el PIB regional.
Cospedal insiste en que hay que esperar al CPFF, porque será entonces cuando el Ministerio de Hacienda dé las cifras. «Los presidentes autonómicos -acotó Cospedal- aún no las conocemos y las cosas pueden cambiar en 24 horas».
Acuerdo posible
El Ejecutivo que dirige Rajoy aún cree posible el acuerdo, pese a las posturas tan enconadas que defienden ambos bandos. Soraya Sáenz de Santamaría, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, eludió concretar si el Gobierno decidirá de manera unilateral cómo repartir el nuevo margen para cumplir el objetivo de déficit si, finalmente, las comunidades autónomas y el Ejecutivo fallan en su intento de consenso.
Eso sí, dejó claro que no pecará de inacción y que, llegado el momento, «el Gobierno siempre decidirá en su caso en base a criterios económicos y objetivos racionales». Sáenz de Santamaría incidió en que «no hay relajación posible, porque la senda de consolidación fiscal la tenemos que cumplir».
Con el nuevo calendario establecido por Bruselas, los nuevos objetivos de déficit serán del 6,5% para este año, el 5,8% en 2014, el 4,2% en 2015 y el 2,8% en 2016. Ello significa, según la Comisión, que el esfuerzo estructural deberá ser del 1,1% del PIB este año, del 0,8% en 2014, del 0,8 en 2015 y del 1,2% en 2016.