Descubren un nuevo camino para atacar el núcleo del VIH
Investigadores de Pittsburgh describen el detalle molecular de la capa interior de este virus, lo que permitirá el uso de otros fármacos
MADRID. Actualizado: GuardarLa lucha para erradicar el sida, justo cuando se cumplen tres décadas de la toma de conciencia de la pandemia del siglo XX, continúa ganando batallas cada día. Un equipo de investigadores de la Universidad de Pittsburgh han descubierto un nuevo camino para atacar al VIH: su cápside. Un equipo dirigido por la doctora Peijun Zhang publica hoy en la revista Nature que por primera vez se ha descrito la estructura formada por cuatro millones de átomos de la cápside del VIH, un reto debido a su complejidad química.
La cápside, en cuyo interior se encuentra la carga genética del virus, tiene una importancia crítica para la replicación del VIH. «Conocer su estructura en detalle podría permitirnos el uso de nuevos medicamentos para poder tratar o prevenir la infección», apunta este profesor asociado del Departamento de Biología Estructural en la publicicación científica.
«Este descubrimiento tiene el potencial de convertirse en una alternativa real para las actuales terapias de VIH, cuyos trabajos están centrados en las enzimas. Pero la resistencia a los fármacos es ahora un desafío por culpa de la alta mutación de los virus», explica la doctora Zhang.
El equipo de la Universidad de Pittsburgh ya había trabajado en anteriores investigaciones que esta carcasa en forma de cono está compuesta por proteínas idénticas unidas entre sí en una red bastante compleja. Según la investigadora, forman una red de 200 hexámeros y doce pentámeros. Pero este escudo es informe y asimétrico, lo cual complicó sobremanera el trabajo de los científicos, ya que no podían identificar el número exacto de proteínas y cómo los hexágonos de seis subunidades proteínicas y los pentágonos de cinco subunidades están unidas.
El proceso reveló un paquete de tres hélices en las interacciones moleculares críticos en las costuras de la cápside, «que es muy sensible a la mutación». «Tiene que permanecer intacto para proteger el genoma del VIH y ponerlo en la célula humana. Una vez dentro tiene que romperse para liberar su contenido para que el virus se pueda replicar», explica la doctora. Si los fármacos se desarrollan, se podría evitar el desarrollo del patógeno.