Condenados a 299 años de prisión dos etarras por volar una comisaría de la Ertzaintza
MADRID. Actualizado: GuardarLa Audiencia Nacional condenó a penas que suman 299 años de prisión a los etarras Asier Badiola e Ibon Iparragirre, a los que encontró culpables de colocar un coche-bomba en septiembre de 2008 frente a la comisaría de la Ertzaintza en la localidad vizcaína de Ondarroa.
El tribunal, compuesto por los magistrados Ángel Hurtado, Julio de Diego y José Ricardo de Prada, considera probado que los miembros de ETA planificaron y efectuaron la acción terrorista. Por ello, les impone una pena de 17 años de prisión por 13 delitos de intento de asesinato por cada uno de los 13 policías autonómicos que resultaron heridos en la explosión. A ello le suma otros 12 años por el intento de asesinato de cada uno de los cinco civiles afectados, alguno de ellos con graves secuelas, y a otros 18 años por un delito de estragos terroristas. Por último, deberán hacer frente a una indemnización de 6,1 millones en favor de los afectados por daños en sus viviendas y vehículos.
La sentencia considera probado que Badiola e Iparragirre recibieron instrucciones en agosto de 2008 del entonces jefe de ETA, Garikoiz Aspiazu, 'Txeroki', para atentar contra la Ertzaintza. El 20 de septiembre ambos recogieron un coche-bomba cargado con cien kilos de amonal proporcionado por la banda y decidieron estacionarlo en las inmediaciones de la comisaría de Ondarroa, donde el artefacto hizo explosión seis minutos después de ser activado por Iparragirre. Antes de iniciar su carrera hasta el coche en el que esperaba Badiola el etarra lanzó dos cócteles-molotov para facilitar la huida.
El tribunal basa su sentencia en las pruebas aportadas por la investigación y la confesión posterior de Iparragirre, quien después se desdijo de su inculpación y la de su compañero y adujo maltrato policial durante el interrogatorio, un extremo descartado ahora por la Audiencia Nacional.