Cuatro años de cárcel por ruidos excesivos a los dueños de un bar
SEVILLA. Actualizado: GuardarEl dueño y la encargada del Bar Coyote, de la localidad sevillana de Dos Hermanas tendrán que cumplir una condena de cuatro años de cárcel por el ruido que causaban. El Tribunal Supremo ha confirmado la condena que les fue impuesta por la sección séptima de la Audiencia de Sevilla, tras rechazar los cuatrro motivos de casación interpuesto por el acusado, Gabriel B.P.
La sentencia considera probado que tanto el dueño del bar como la encargada, Sara B.M., ponían en el bar la música «a un volumen notoriamente excesivo, lo que ocasionaba ruidos intolerables en el interior de las casas de los vecinos». Estos, según el auto, sufrieron intenso estrés e incluso depresiones.
Aunque la condena implica el ingreso en prisión de ambos acusado, la Audiencia se mostró favorable a pedir el indulto parcial al Gobierno para que la pena se redujera a dos años, ya que consideraba «excesivo» el encarcelamiento, puesto que el mal causado no llegó a producir la necesidad de atención médica y los acusados no tienen antecedentes, según recuerda Europa Press.
Con todo, la sentencia sienta un precedente para este tipo de casos y se refiere a las graves consecuencias para la salud de la exposición elevada a la contaminación acústica, que también puede atentar contra el derecho a la intimidad personal y familiar.
La sentencia establece que los acusados, que también deberán indemnizar con cuatro mil euros a un vecino que mantuvo la acusación, ponían música «a diario en horario nocturno y en especial durante las madrugadas de todos los fines de semana». Aunque conocían las graves molestias que causaban a los vecinos, que se quejaban, y pese a las visitas de la Policía Local, no dejaban de conectar la música y subían el volumen en cuanto los agentes se marchaban. Incluso rompieron precintos e incurrieron en «desobediencia grave» a los mandatos de cierre, y «de modo clamoroso», dice la sentencia, «desobedecieron las órdenes expresas de cesar en su conducta generadora de ruidos no permitidos». El Ayuntamiento les impuso diversas sanciones e incluso un cierre que los condenados no acataron.