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La marca Cádiz

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Cuando la soga aprieta cada vez más y no se encuentra salida, lo difícil es intentar apechugar con lo que hay y seguir adelante. Pero, para eso, ante todo, hay que creer en uno mismo. En que si te propones algo quizá puedas conseguirlo. Un no de primeras no sirve de nada. Lo complicado es seguir pensando que eres capaz de llegar y convencer al otro de tus posibilidades. Eso es justo lo que falla en Cádiz. No hay forma de que nos demos cuenta de una vez que esta provincia es lo que es. Que hace tiempo que la industria empezó a cojear, que la pesca también quedó lastrada por cientos de infortunios y malas decisiones que provocaron la rendición de muchos, o que lo del ladrillo ya caducó.

Cádiz tiene nombre. Y eso es mucho más valioso de lo que podemos imaginar. No vale sólo con presumir de tener las mejores playas o unos atardeceres incomparables. O que nuestra gastronomía es de primera calidad y que no hay caldos mejores que los de aquí. Lo que realmente importa es saber venderlo y que nos creamos de una vez que hay que vivir de ello. Se nos han acabado las alternativas y somos nosotros mismos, sin ayuda de nadie, los que tenemos que salir de ésta. Por este motivo es demencial que la Junta haya restringido estos días la zona de gran afluencia turística a El Puerto cuando no estamos precisamente para ponerle cortapisas a la creación de empleo. Si al comerciante no se le da margen, no podrá crecer, y, por tanto, no podrá contratar. El año pasado, la afluencia de turistas a los centros comerciales de la ciudad en domingo fue masiva y no se entiende que no se quiera aprovechar eso un año más con la que está cayendo y con lo frío que es el invierno.

No puede pasar que un turista acuda a un lugar de vacaciones y no encuentre más que impedimentos para disfrutarlas. Porque así, lo único que ocurre es que no repita destino y prefiera irse a Málaga, Alicante o cualquier otro lugar donde sí se le atienda y el chiringuito ya esté perfectamente montado.

Si tenemos el nombre: Cádiz, ¿Por qué no aprovecharlo mejor? ¿Por qué no nos creemos de una vez lo que somos? Sólo así habrá salida.