La UE despeja el camino al envío de armas a los rebeldes sirios
Los Veintisiete perfilan un acuerdo que permitiría la entrega de equipos militares a la oposición bajo estrictas condiciones
BRUSELAS. Actualizado: GuardarLa UE despeja el camino para levantar el embargo de armas a Siria. Los ministros de Exteriores de los Veintisiete perfilaron ayer un alambicado acuerdo que permitiría entregar equipos militares a los rebeldes bajo estrictas condiciones. Aunque todavía falta por precisar los detalles, el envío de armamento quedaría suspendido hasta que se desarrolle la conferencia de paz que preparan EE UU y Rusia. Londres y París presionan desde hace meses para que la Unión respalde con mayor determinación a los opositores, un escenario que comparten a regañadientes varios socios muy críticos con la vía militar como Austria y los gobiernos nórdicos.
Los titulares de Exteriores se enfrascaron en un maratón negociador en Bruselas. Durante horas, los ministros limaron sus diferencias conscientes de que el tiempo apremiaba. El próximo sábado expira el actual embargo de armas y se requería un acuerdo unánime para prolongarlo, un requisito que no se había cumplimentado en la noche de ayer pese a los distintos esfuerzos. Londres y París utilizaron la baza del levantamiento automático del bloqueo para forzar a los socios más críticos a buscar un consenso. En principio, todo apunta a que se podrá enviar armamento defensivo a los rebeldes, aunque la entrega se realizaría a través de los grupos moderados para esquivar a los islamistas radicales.
Los equipos militares, sin embargo, no llegarán de inmediato a los opositores. Los Veintisiete apostaron por dar una última oportunidad a la negociación con la conferencia de paz que se prepara para el mes próximo en Ginebra. Auspiciada por EE UU y Rusia, se espera que congregue a rebeldes y responsables del régimen de Bashar el-Asad. La Unión acercó posturas con la esperanza de que el levantamiento del bloqueo fuerce a Damasco a buscar activamente un acuerdo. El ministro de Exteriores galo, Laurent Fabius, se reunió ayer con sus homólogos de Washington y Moscú para avanzar en la organización de la cita en la ciudad helvética. En referencia a los datos aportados por reporteros de 'Le Monde', el jefe de la diplomacia gala ratificó que cada vez existen más sospechas del «uso de armas químicas» por parte del Gobierno.
Un grupo de cinco países -Austria, Suecia, Finlandia, República Checa y Rumanía- se resistió desde el principio a modificar el embargo. «No deberíamos dejar hablar a las armas, sino a los representantes políticos», recalcó el ministro de Exteriores austriaco, Michael Spindelegger, antes de sentarse a la mesa con sus colegas. Su tesis abundaba en la hipótesis de una escalada del conflicto si se empieza a suministrar armamento de forma generalizada. Además, se teme que estos equipos puedan caer en manos de yihadistas, buena parte de ellos llegados desde varios países europeos. Algunos socios ya han expresado su inquietud ante el regreso a casa de estos radicales con una amplia formación militar.