Un ataque con navaja a un militar en París dispara la alarma antiterrorista

Un militar uniformado en patrulla de vigilancia fue apuñalado ayer en París por un hombre norteafricano vestido con chilaba que se dio a la fuga. El presidente francés, François Hollande, declaró que no se había establecido ninguna relación con el asesinato con arma blanca registrado el pasado miércoles en Londres de un soldado británico por dos individuos que fueron detenidos tras afirmar a testigos presenciales que actuaron en nombre de Alá.

La agresión, que ha disparado las alarmas antiterroristas en Francia ante un posible efecto contagio, se produjo a las seis menos cinco de la tarde en La Défense, importante centro de negocios y comercial de París. Según las primeras versiones divulgadas por las autoridades, un desconocido atacó a una patrulla militar compuesta por tres soldados en misión de vigilancia dentro del dispositivo 'Vigipirate' desplegado desde hace años en Francia en lugares turísticos y de alta concentración humana.

El agresor se acercó por la espalda a los soldados, uniformados y amados, y se abalanzó sobre el último de ellos al que produjo un corte con una cuchilla en el cuello. Sus dos colegas, que caminaban por delante de él, no tuvieron tiempo de reaccionar ni de arrestar al desconocido que, según parece, no lanzó ningún grito reivindicativo. El herido fue atendido en el puesto de control de la estación del ferrocarril de cercanías en cuyo vestíbulo, muy transitado, se produjo el ataque antes de ser evacuado a un hospital comarcal en el que visitado por el primer ministro, Jean-Marc Ayrault.

De 23 años de edad, pertenece al cuarto regimiento de cazadores acuartelado en Gap (sur del país). Aunque perdió mucha sangre por una herida a la altura de la nuca no lejos de la carótida, su vida no corre peligro según el primer parte médico facilitado por los facultativos que lo atendieron.

El fugitivo mide alrededor de 1,90 de estatura, aparenta unos 35 años de edad, huyó a pie y, según algunos testimonios, se cambió de ropa antes de perderse en dirección a un centro comercial entre la aglomeración de ciudadanos que realizaban compras y paseaban por el sector, muy concurrido un sábado por la tarde. La descripción facilitada a los investigadores indica que es de tipo norteafricano, tiene barba y vestía una cazadora negra sobre una chilaba además de un gorro.

Según informaciones periodísticas sin confirmación oficial, la Policía dispone de la imagen de su rostro ya que fue filmado de frente por una de las cámaras de videovigilancia de la estación. Un importante dispositivo de seguridad fue desplegado en la zona con la esperanza de dar con su paradero.

Llamada a la prudencia

Interrogado en Addis Abeba, donde asistía a la cumbre de países africanos, François Hollande indicó que «en esta fase» no existía ningún vínculo con el asesinato de Londres «pero debemos mirar todas las hipótesis». «No conocemos aún las condiciones y las circunstancias exactas de la agresión ni siquiera la personalidad del agresor», añadió el presidente francés, quien pidió a los soldados movilizados en misiones de vigilancia que eleven su nivel de atención. El jefe del Estado expresó sus deseos de pronto restablecimiento del herido y manifestó su solidaridad a sus familiares.

Por su parte, el ministro del Interior, Manuel Valls, apuntó que «la violencia repentina del ataque puede dar a pensar que podría tener elementos de comparación» con lo ocurrido en Londres. Pero llamó a la prudencia, a mantener la vigilancia y a redoblar los esfuerzos para «atrapar a un hombre que incontestablemente quería matar al militar».