Economia

«El saneamiento del sector financiero no está ni mucho menos finalizado»

Aconseja que, además de pedir crédito, las pymes se reestructuren y reprocha al Gobierno que haga «competencia desleal» a las empresas Juergen B. Donges Catedrático de Ciencias Económicas y asesor de la canciller Merkel

MADRID. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Más claridad y, sobre todo, más realismo. Es la receta que el director del Instituto de Política Económica de la Universidad de Colonia y uno de los «cinco sabios» que forman el comité asesor de los cancilleres alemanes -en la actualidad, Angela Merkel-, Juergen B. Donges, da el Gobierno español para mantener, e incluso mejorar, la confianza de la 'locomotora' europea.

-Los inspectores de la troika (CE, FMI y BCE) han estado esta semana en Madrid para revisar la marcha del sector financiero español. ¿Creen en Alemania que hará falta más dinero para las entidades?

-Lo que sabemos es que España pidió hasta 100.000 millones de euros para sanear su sector financiero. Si hasta ahora solo han solicitado menos de 40.000, habrán tenido sus motivos aunque también puede haber sido para lanzar un mensaje de que las cosas van mejor de lo que están realmente. Si fuera así, es muy arriesgado porque los mercados terminarían penalizándolo.

-¿Y qué piensan en los institutos de análisis germanos?

-Casi todos coinciden en que el saneamiento del sector no está ni mucho menos finalizado. Queda aún bastante recorrido e incluso hay algunos analistas que piensan que, al final, se terminarán necesitando más de esos 100.000 millones, si bien eso parece un poco extremo.

-¿La clave de todo no será que el Gobierno quiere evitar como sea que engorde el déficit por esa vía?

-Es probable, aunque no entiendo esa obsesión por poner cifras que pueden resultar ilusorias. Bastaría con poner una nota al margen que diferenciara cuál es el déficit estructural, que es el punto clave.

-De pedirse más dinero, ¿se lograría, por fin, reactivar el crédito?

-Debería, aunque España tiene su propia problemática. Aquí las pymes (pequeñas y medianas empresas) necesitan financiación, sin duda, pero no se pregunta si en su sector se ha hecho la limpieza necesaria, y si todas tienen el modelo oportuno. Por eso, no se pueden generalizar las garantías crediticias, pues ello frenaría los cambios estructurales que son necesarios. Si uno lee un periódico económico alemán, verá como todos los días quiebran empresas... ¡todos los días! Allí la tasa de mortalidad en este sentido es enorme, aunque lo importante es que también lo sea la de natalidad.

-Pero en España ya se destruyen muchas pymes...y también ocurre todos los días.

-Sí, y eso está bien, me refiero al hecho de que se vaya renovando el tejido empresarial. Lo que pasa es que la mayoría de esa mortandad ha ido relacionada, sobre todo, con el sector de la construcción y también conviene hacer limpieza del mercado en otros ámbitos, de cara precisamente a fortalecerlos. No se trata de conservar estructuras porque sí, sino de conseguir que de esta crisis salgan empresas que sean más consistentes y competitivas.

-¿Y cómo ven ustedes que el principal argumento de los bancos para no prestar dinero es que no hay demanda «solvente»?

-De un lado, lo vemos creíble y consideramos que en un tiempo prudencial volverá esa solvencia necesaria, conforme se vayan desendeudando hogares y empresas. De otro, nos damos cuenta de que los bancos no dan créditos porque tienen otros objetivos, como cumplir con su recapitalización o con las 'suaves' presiones del Gobierno para que compren bonos del Tesoro.

-Le noto irónico...

-Sí, sí... A ver, cómo va a prestar dinero un banco a una empresa o particular, algo que conlleva un riesgo, cuando puede comprar deuda pública con un buen rendimiento y, encima, no tiene que provisionar nada en sus cuentas. Eso se llama competencia desleal desde el Gobierno, tal cual. Y, ojo, que no solo pasa en España, también fuera, por eso la UE debe reformar la norma.

-¿Cómo se perciben desde Alemania los escándalos de corrupción, concretamente los que afectan a exgestores de bancos y cajas?

-Uff... Ese es un problema. La valoración general de lo que se está haciendo ahora en España es positiva. Lo ha reconocido la canciller, y no solo en público por cuestiones diplomáticas. Sin embargo, este ambiente de noticias casi continuas sobre corrupción y, además, ligadas al sector financiero, resucita los clásicos prejuicios: «si ya lo sabíamos...», «es que estos del Sur no son fiables». Y, claro, no es bueno porque, además de que se dificulta mucho la labor de los gestores actuales, los inversores se piensan mucho retornar al país o mantenerse en él. No olvidemos que el mayor capital del sector financiero es la confianza.