El instructor pide a Torres que no aporte correos íntimos

No es una orden, es un «requerimiento». El juez instó ayer al letrado de Diego Torres, Manuel González Peeters, a que «en lo sucesivo se abstenga de presentar cualquier documento que implique una intromisión en la esfera de la intimidad ajena». El magistrado tomó la decisión de aconsejar a González Peeters que cese en su estrategia de amagar con correos que afecten a la privacidad de su exsocio o, incluso de la infanta, después de que la Audiencia Provincial ordenara al juez poner una fecha límite para que Torres pudiera aportar datos.

Castro, sin embargo, siempre ha considerado que el derecho de defensa de Torres como imputado conlleva aceptar sin límites temporales todas las pruebas que pueda y quiera aportar para tratar de exculparse. Eso sí, el magistrado no está dispuesto a incluir en el sumario correos que no tengan relación con la causa. Unos correos electrónicos, salidos de los servidores de Nóos que controla Torres, que ya han comenzando a difundirse por los medios de comunicación con bromas soeces o de contenido sexual.

Una juez de Barcelona ya ha aceptado la demanda de Urdangarin contra seis medios por difundir correos íntimos.