El chicle de oro
Un hincha del United paga 455.000 euros por la goma de mascar que masticó Ferguson en su último partido con los 'diablos rojos'
Actualizado: GuardarHace falta tener una aguzada visión comercial para percibir la posibilidad de hacer negocio con un chicle masticado hasta la saciedad y arrojado al pisoteado césped de un campo de fútbol. Ese es el olfato que tuvo el aficionado que recogió la última goma de mascar de sir Alex Ferguson como entrenador del Manchester United, mientras que el resto de los asistentes se divertían despidiendo a uno de los mitos vivos del vigente campeón de la Premier League, y que se ha subastado en el portal de internet eBay.
Hay que reconocerle al visionario su capacidad para crear expectativas y presentar de manera brillante tan extravagante producto. La bola informe se muestra apoyada sobre un pequeño y acolchado cojín de brillante terciopelo rojo y protegida por una urna de cristal, todo ello soportado por una pulida peana de madera con una placa dorada que recoge la inscripción en mayúsculas 'The last gum' ('El último chicle'), acompañada del nombre del ya mítico técnico escocés y de la fecha (19.05.2013) del día de tamaña captura en The Hawthorns, el vetusto y centenario estadio del West Bromwich Albion.
Con tanto boato, el dulce parece más la Gran Estrella de África (uno de los grandes diamantes pertenecientes a las joyas de la Corona británica) que el desperdicio que objetivamente es. Así, no es extraño que el chicle mascado por sir Alex haya despertado un inusitado interés en exaltados aficionados futboleros, seguidores del club inglés más laureado o simples friquis dispuestos a soltar los cuartos suficientes como para hacerse con una pieza convertida ya en una reliquia deportiva. La puja comenzó en 150.000 euros, pero acabó disparándose hasta los 455.000 finales -390.000 libras-.
Eso sí, tan desproporcionada cantidad de dinero por un caramelo que en su origen apenas cuesta unos cuantos peniques tendrá un fin absolutamente altruista, ya que el total de lo recaudado irá a parar a una fundación promovida por el United que se encarga de ayudar a jóvenes discapacitados en la región de Manchester.
Esta es la penúltima anécdota de la larga carrera de Ferguson, de 71 años, que esta campaña ha decidido poner fin a más de un cuarto de siglo repleto de éxitos como máximo responsable de los 'diablos rojos'.
Curiosamente, la costumbre de masticar chicle del de Glasgow no le ha acompañado siempre y tiene una explicación fundamentalmente terapeútica.
En marzo de 2004 fue intervenido para colocarle un marcapasos y solucionar las taquicardias que había sufrido en los meses anteriores. Desde entonces, y por consejo de los médicos que le atendían, se convirtió en habitual ver al entrenador en su banquillo jugueteando y desmenuzando constantemente la golosina en su boca como herramienta para aplacar la ansiedad provocada por la tensión de los partidos.
Quién sabe si, dentro de unos años, en las vitrinas del museo de Old Trafford el último chicle del técnico escocés estará colocado al lado de las dos Copas de Europa, el Mundial de Clubes o las trece ligas inglesas que consiguió para el Manchester United.