«Un país inculto difícilmente será libre y fuerte en la economía»
«Para hacer una canción pop no se necesita talento», critica Argenta, que este sábado da 'El conciertazo' junto a la Camerata del Falla
CÁDIZ. Actualizado: GuardarFernando Argenta es el padre musical de varias generaciones de niños. El responsable de la desacralización de la música clásica, de que se borrase el miedo de los mayores a enfrentarse a una de Mozart, Bach o Tchaikovsky. El músico y presentador madrileño está este sábado en Cádiz donde, junto a la Camerata Instrumental Gran Teatro Falla, ofrece uno de sus famosos 'Conciertazos'.
-Siendo su padre Ataúlfo Argenta, ¿siempre tuvo claro que lo suyo era la música?
-Para mí era algo natural, no sé si lo tenía claro o no. Es como quien tiene un padre futbolista o un torero, o un dentista, da lo mismo. Lo normal es que el ambiente en el que te críes te tire después. Siempre lo tuve claro, pero mi padre murió muy pronto, cuando yo tenía 12 años. Entonces empecé Derecho y simultáneamente estudié en el conservatorio. Y, al final, acabé en la radio, no haciendo música como me hubiera gustado, pero trabajando con la música y además divulgándola, que es una vocación que he sentido siempre.
-Para dedicarse a esto, ¿hay que tener talento musical o se puede aprender?
-Un poco de todo. Desde luego a la música, como a cualquier actividad a la que te vayas a dedicar tienes que amarla. Pero dentro de esas personas, hay talentos y menos talentos. Eso sí, si no te gusta la música, mejor dedícate a otra cosa.
-¿Qué beneficios tiene la música clásica si se inculca desde niño?
-Los beneficios de la inteligencia, la sensibilidad, abre las puertas a un disfrute impresionante. Da el beneficio de la cultura, al igual que conocer la literatura o la pintura. En general, es la culturalización de un país, cuanto mayor es la cultura de un país, mayores son sus beneficios, económicos también. Un país inculto difícilmente será un país económicamente fuerte y libre además.
-¿Tiene idea de a cuántos padres ha conseguido enganchar con 'El conciertazo?
-Supongo que más de uno. Pienso que más de un padre va a 'El conciertazo' porque es una forma de quitarle el miedo ese reverencial que hay hacia la música clásica. Imagino que muchos padres se han enganchado en estos conciertos, y también en el programa de televisión, la cuenta se nos va con 'Los clásicos populares'.
-Cuando echa la vista atrás, ¿se considera un valiente por realizar 'Clásicos populares'?
-No me considero un valiente porque lo empecé con muchísima ilusión. Al principio nada es fácil, algunos consideraban el programa de música clásica como un sacrilegio, una herejía. Los puristas de la música clásica lo veían como demasiado irrespetuoso con los clásicos. Y los que no eran puristas, a lo mejor pasaban de esa música.
-Dice que la música no se explica, sino que se disfruta, ¿es ese el secreto de su pedagogía?
-Sí, sin duda. La gente dice que no entiende la música, pero es que no hay que entenderla. Es como la gastronomía, o la pintura. No necesitas saber cómo se hace la música, eso se lo dejas a los músicos, uno sólo tiene que disfrutarla, o te gusta o no, simplemente.
-Si para hacer música hace falta algo de talento, para escucharla...
-Hay que tener talento para escribirla, pero luego para disfrutarla no se necesita. Bueno, en la música pop tampoco se necesita talento para hacer una canción.
-¿Es de los que considera que toda música es buena?
-Sí, debe haber de todo pero... Yo empecé en un grupo de rock, ¿eh?, he sido pionero, así que estoy autorizado para hablar de esta manera. La verdad es que en el pop las canciones suenan a otras ya hechas. Son tan simples que en dos minutos está todo repetido. El CSIC publicó hace dos años un estudio de que ya se habían agotado prácticamente todas las posibilidades musicales para pop. Habían estudiado por ordenador 500.000 canciones y todas se parecían a otras hechas. A mí me pasa igual. Lo hemos vuelto a comprobar con Eurovisión, todas son iguales. Empieza con un comienzo suave y va in crescendo hasta que la chica acaba desgañitándose. En el pop, ya está todo prácticamente hecho.
-¿En qué momento se dejó de hacer cosas nuevas en el pop?
-Creo que desde hace 20 años no se ha hecho nada prácticamente nuevo.
-Usted iba a participar de jurado en 'Operación Triunfo', ¿qué pasó?
-No es que me engañasen, pero me dijeron que iban a abrir la horquilla, que iba a ver más estilos y al final era todo lo mismo. Un sólo estilo, el de los musicales, y eso a mí no me gusta, es muy ñoño.
-¿No cree que la sociedad piensa que lo que tiene calidad es elitista?
-La cuestión es la pretensión de la música, en este caso el pop. El blues es siempre igual, pero no pretende hacer nada nuevo. Y el pop dice que hace una canción nueva para vender, pero no es así. El country es simple, y sus canciones son prácticamente iguales, pero no quiere meterse en las listas de éxitos. En el pop todo es por vender, por el mercado, engañan a los jóvenes diciendo que lo que están haciendo es novedoso.
-¿Cambiaría los planes de estudios en lo referente a la música?
-Tal y como está la educación hoy día, mejor que no toquen nada. Lo que no quiero es que rebajen ni un minuto de las clases de música.
-Es autor del libro 'Los clásicos también pecan'. ¿Es necesario conocer las historias personales de los autores para apreciar su música?
-Mucha de la música que hicieron tiene que ver con su carácter. No se entiende muy bien la 'Patética' de Tchaikovsky si no sabes los problemas que estaba atravesando. La música que tiene un mensaje sí precisa contextualizarse.
-¿Algo de Falla que pueda descubrirnos?
-Lo que descubrí de Falla en otro libro fueron sus manías. No permitía que vivieran en su casa más de dos moscas porque podían traer enfermedades. Si tuvo algo el pobre hombre que le machacó el cerebro fueron todas sus manías y supersticiones. Era muy lunático.