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Sueños o quimeras

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Aquí dejo algunos de mis sueños para mejorar el concurso, porque estoy seguro de que cierta sombra de ellos permanecerá en el subconsciente de alguien que algún día le interesará hacerlos realidad.

Sueño con tres fases solamente, preselección, semifinal y final. La preselección sin puntuación, es decir apto y no apto, así nadie arrastrará ventaja. Ésta duraría quince días y se interpretaría el mismo repertorio que ahora. Después, previo sorteo del orden de actuación nuevamente, pasarían las 64 agrupaciones aptas (12 coros, 23 chirigotas, 23 comparsas y 6 cuartetos) en ocho sesiones de semifinales a ocho grupos por sesión, con la novedad de que interpretarían tres tangos o pasodobles y tres cuplés. Los cuartetos como ahora en todas la fases pero con el repertorio inédito en las tres. Y por último la Final, que tendría varias novedades, letras nuevas y la posibilidad de cantar hasta dos piezas libres e inéditas añadidas si el público lo pidiera, pero que no puntuarían. Por otra parte, sueño con el tiempo de actuación. Treinta minutos para preselección y treinta y cinco para la semifinal, a contar desde que anuncian a la agrupación. La final sin tiempo. La duración establecida para presentaciones y popurrís sobraría, utilizando el tiempo disponible como mejor convenga a cada grupo. Las puntuaciones de los tangos, pasodobles y cuplés supondrán un 65% de la puntuación total y la presentación y popurrí sólo el 35% restante.

Estos sueños míos evitarían escuchar hasta cuatro veces la presentación y popurrí, remediarían funciones prácticamente repetidas en cartel desde la preselección, la final sería una gran fiesta de coplas a petición del público, lograría más transparencia en el jurado ya que sólo calificarían con puntos en semifinal y final y lo más novedoso es que dejaría la puerta abierta a otro tipo de piezas originales , que no puntuarían de momento pero que haría la final más amena y completa dejando entrar un poco de aire fresco al concurso, aunque a muchos le partiría los planes de su vitalicio mangoneo.

Podrán acabar con mis sueños pero nunca acabarán con el soñador.