El Gobierno alega que el déficit a la carta para Cataluña beneficiará a España
Hacienda requiere un plan financiero a las cinco comunidades del arco mediterráneo que incumplieron el objetivo fijado para el año pasado
MADRID. Actualizado: GuardarLa rebelión de los barones del PP no ha hecho ninguna mella en el ánimo del Gobierno. A día de hoy defiende, con más fuerza si cabe, la necesidad de fijar objetivos de déficit diferenciados para las distintas comunidades autónomas, en función, entre otros parámetros, de su situación financiera. Cristóbal Montoro defendió ayer que no solo será bueno para esos territorios sino que beneficiará al conjunto. «Es metafísicamente imposible -resumió de manera gráfica- que España salga de la crisis sin Cataluña».
El ministro de Hacienda respondió así a las críticas expresadas con especial intensidad por gobernantes como el extremeño José Antonio Monago o el madrileño Ignacio González contra lo que consideran un trato preferencial hacia la autonomía presidida por Artur Mas. Un trato preferencial que vinculan con razones políticas. «No se puede cambiar dinero por soberanía», dice González de manera insistente.
Montoro negó de forma tácita la mayor durante una intervención ante el pleno del Congreso. «Necesitamos a Cataluña y eso redobla la responsabilidad del Gobierno de España; tiene un potencial de crecimiento mayor y lo que hay que hacer es estimularlo», alegó. Según él, eso no quiere decir que se le vaya a dar manga ancha. «Todas las administraciones territoriales y la Administración General del Estado debemos seguir reduciendo el déficit -advirtió- ¿Pero con qué limite? Que no agudicemos la recesión».
Ese es el planteamiento que, según su relato, ha llevado al Gobierno a proponer, por primera vez, objetivos de déficit asimétricos que se traducirán en una mayor flexibilidad, no ya para Cataluña, sino para todas las autonomías del arco mediterráneo que en 2012 no fueron capaces de cumplir el tope de déficit fijado en el 1,5%.
«¿Y por qué ahora sí?»
Se da la circunstancia de que entre los 'incumplidores' están varios territorios con mucho «peso específico» sobre la economía nacional. Además de Cataluña, la Comunidad Valenciana, Andalucía y Baleares. Y no conviene, argumenta el Ejecutivo, ponerles las cosas más difíciles.
«¿Y por qué ahora sí si en 2012 se dijo no a una petición idéntica de Castilla-La Mancha o Extremadura, que habían heredado déficit elevadísimos de los gobiernos socialistas?», dicen los barones críticos. La respuesta de Montoro fue firme: porque entonces España tenía que lanzar a los mercados el mensaje de que era capaz de controlar sus cuentas y meter en vereda el gasto autonómico y ese objetivo ya se ha cumplido. «Hemos demostrado que el Estado de las autonomías es gobernable», dijo.
El Ejecutivo sigue empeñado, de hecho, en lanzar el mensaje de que no se relaja. Montoro envió ayer mismo a Cataluña, la Comunidad Valenciana, Murcia, Baleares y Andalucía sendos requerimientos para que elaboren un plan económico financiero que les permita cumplir los objetivos que se marquen para este 2013. Una vez lo tenga, el ministerio hará un seguimiento trimestral de su cumplimiento, tal y como recoge la ley de estabilidad presupuestaria que arpobó el pasado año.
Es el mismo esquema que se siguió ya en 2012 con el conjunto de los territorios, dado que ninguno cumplió los límites establecidos para 2011. Sin embargo, algunos gobernantes populares argumentan que con eso no basta y que habría que adoptar sanciones para evitar que se instale el mensaje de que no ocurre nada por saltarse los límites. El Ejecutivo replica que la norma es clara y que aún es pronto para hablar de medidas coercitivas.