ANDALUCÍA

Chamizo dice que a sus críticos «les molesta que esté dando por saco todo el día»

El informe del Defensor del Menor alerta de una generación de jóvenes antisociales por haber sido víctimas de desahucios

SEVILLA. Actualizado: Guardar
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En vísperas de la reunión de los grupos parlamentarios que abordará su renovación, se supone que con nombres encima de la mesa, dijo la consejera de Presidencia, el Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, defendió ayer su independencia. En una rueda de Prensa para presentar el informe del Defensor del Menor, Chamizo respondió a unas declaraciones del presidente del Parlamento, Manuel Gracia, que cuestionó su papel y habló de la necesidad de un mayor control del Parlamento sobre la institución. Para el sacerdote gaditano, Gracia y los juristas de la Cámara deben «hacer un curso» sobre las competencias del Defensor, recordó que su papel es «garante del cumplimiento de los derechos sociales» y reclamó su independencia: «Lo que les molesta es que esté dando por saco todo el día. Qué culpa tengo yo, si la gente está cabreada». «Traigo lo que la gente me cuenta», añadió, y rechazó «ser un florero».

Chamizo sigue a la espera de saber cuál será su futuro. Después de un año en interinidad, ningún político se ha dirigido a él, aunque se están produciendo reuniones públicas, la próxima mañana mismo, entre el Gobierno y los representantes de PSOE, PP e IU para negociar su renovación y la del director de la RTVA. «No me han llamado. Es que aquí la política tiene un alto nivel, al que yo no accedo», declaró con sorna.

Entre tanto, y como estar en funciones es funcionar, que es lo que él suele decir, presentó el informe anual del Defensor del Menor de Andalucía y puso el acento en los efectos que la crisis tiene en los más jóvenes.

Chamizo estimó que entre 17.000 y 20.000 niños han vivido el desahucio de su familia en Andalucía y alertó de que esta situación les causa «tristeza, ansiedad, un profundo sentimiento de derrota, por perder la seguridad, el techo, incluso el barrio o el colegio, un dolor profundo en un proceso lento y desgarrador» que puede provocar una generación de jóvenes con comportamientos antisociales, con un resentimiento social que también afecta a la relación con sus padres.

El Defensor pidió que en estos casos se atienda el interés superior del menor a la vivienda, que está reconocido pero no se cumple.

También advirtió del alarmante efecto de la pobreza sobre los más jóvenes. El mayor impacto negativo de la crisis se ha producido en los hogares con menores, dijo. El 7,2% de los chavales andaluces sufren privaciones materiales graves. «Hay más niños pobres y éstos son más pobres. El incremento de la pobreza en la infancia ha sido significativamente mayor que en el resto de la población», y reclamó un Plan Integral que ataje la exclusión de los menores.

También se detuvo sobre el incremento de problemas de salud mental de niños y jóvenes y reclamó una mayor atención especializada.

El Defensor del Menor tramitó en 2012 un total de 1.213 quejas, casi la mitad educativas (585) y sobre conflictos familiares (100). El mayor volumen llegó de Sevilla (259) y Málaga (127). De Granada fueron 65, 36 de Almería y 34 de Jaén.