ESPAÑA

La presunta asesina de Granada enterró el cuerpo después de matar a su pareja

La detenida denunció la desaparición de su esposo el lunes, cuyo cadáver fue hallado con un disparo de escopeta

GRANADA. Actualizado: Guardar
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Demasiada sangre fría. La pareja sentimental de Francisco Medina, el vecino de la localidad granadina de Charches cuya desaparición fue denunciada el lunes, fue detenida en la noche del viernes como presunta autora del crimen de su marido, de 48 años, a quien supuestamente enterró bajo piedras y ramas en un paraje de la Rambla del Agua, a unos cinco kilómetros del domicilio familiar, según comunicaron fuentes oficiales, que añadieron que el cadáver presentaba un tiro de escopeta.

La Guardia Civil halló unos restos biológicos mezclados con ropa en una cochera del municipio, presuntamente propiedad de un familiar de la víctima, y a partir de ahí se interrogó a la ahora detenida para posteriormente descubrir el cadáver tras su supuesta confesión de los hechos.

La propia detenida contó a sus hijas que el pasado lunes su padre salió a trabajar como todas las mañana, antes de las ocho. Pero dos horas después una cuadrilla de trabajadores del Infoca, servicio contra incendios, se personó en el domicilio para advertir de que Francisco no acudió a trabajar ese día. A partir de ese momento, la familia denunció su desaparición. Las dos hijas de la víctima, de 26 y 21 años, se volcaron en la búsqueda de su padre mientras que su madre insistió ante los investigadores que su hijo nunca habría abandonado a su familia de forma voluntaria.

Los investigadores hallaron muchas contradicciones en la versión de los hechos que ofreció la detenida desde que comenzó a ser cuestionada sobre los posibles motivos de la desaparición. Una extraña actuación de un hombre que ni se llevó el coche ni la moto y supuestamente se había marchado con 500 euros en el bolsillo. Nada era cierto.

Los agentes investigan ahora dónde se produjo la muerte y cómo fue trasladado el cuerpo hasta el sitio donde fue hallado, ubicado a unos cinco kilómetros de su domicilio.

Las dos hijas de la víctima se mostraban abatidas, así como los hermanos y la madre del asesinado. La detenida continúa en dependencias de la Guardia Civil en espera de pasar a disposición judicial. Según detalló el alcalde del municipio, Manuel Aranda, la mujer, muy conocida en este núcleo de población que tiene alrededor de 400 vecinos, no había presentado nunca denuncias ni quejas por violencia de género.