La asignatura de Religión contará para becas, nota media y repetir curso
La reforma educativa aprobada ayer por el Consejo de Ministros recoge la histórica reivindicación de la Conferencia Episcopal
Actualizado: GuardarContundente e inesperado respaldo del Gobierno a las demandas de la Conferencia Episcopal en educación. La Lomce, aprobada ayer por el Consejo de Ministros, equipara la asignatura de Religión al resto de materias, como Lengua o Matemáticas. Es decir, contará para la nota media del curso, el acceso a las becas y para que un alumno repita. Algo que no ocurría desde la entrada en vigor de la Logse en 1992. Con esta sorprendente decisión, que va más allá de lo anunciado y sostenido por el Ejecutivo hasta ahora, el ministro de Educación, José Ignacio Wert, recoge en la Lomce una de las reivindicaciones históricas de los obispos.
Se hizo esperar pero la aprobación (con una semana de retraso) de la séptima ley educativa de la democracia trajo consigo un enorme revuelo. Y no precisamente en un aspecto que se esperaba. Y es que el ya proyecto de Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) retrocede más de 20 años en lo que al tratamiento de la Religión se refiere. Fue la denostada Logse, aprobada por el PSOE, la que rebajó el estatus de la asignatura confesional. Sin embargo, ahora el Gobierno la refuerza en todos los aspectos curriculares (media, becas y repetición de curso) como ya había denunciado la Plataforma Estatal de la Escuela Pública, que agrupa a sindicatos de profesores, alumnos y padres. Solamente quedará fuera de las evaluaciones externas al final de cada etapa.
El Ministerio alegó que las asignaturas alternativas (Valores Culturales y Sociales en Primaria y Valores Éticos en Secundaria) recibirán el mismo tratamiento que la Religión. Precisamente ahí radica el miedo de este colectivo, que siempre ha visto en la implantación de unas asignaturas alternativas «fuertes» a la Religión una manera de espantar a los alumnos de esta opción y fomentar su elección por la asignatura confesional, más sencilla a su juicio.
Pero además, la Lomce permite que los estudiantes tengan dos opciones para elegir Religión o sus alternativas. El Consejo de Estado en su dictamen había considerado que podría existir «discriminación» en los alumnos que optasen por la asignatura confesional en vez de Valores Culturales. De esta manera se verían privados de cursar «una materia sobre valores sociales y éticos». Por este motivo, la Lomce contempla que ambas materias, tanto la confesional como sus alternativas, puedan ofertarse en el grupo de optativas. Es decir, que un alumno que elija Religión también podrá estudiar Valores Culturales y Sociales o viceversa.
La reforma educativa también incluye otras medidas defendidas por la Iglesia como la eliminación de la polémica Educación para la Ciudadanía, cuyos temarios serán repartidos por otras asignaturas, y la financiación pública de los centros de enseñanza segregada por sexos siempre que «garanticen la igualdad».
Polémica del catalán
La polémica sobre el uso el castellano en las aulas dio una nueva vuelta de tuerca. Finalmente será el Estado el que adelantará el coste de escolarización de un alumno en un centro privado y después se descontará el montante equivalente de la financiación que recibe la comunidad autónoma de la administración central. «Es una medida excepcional y transitoria», aseguró Wert al explicar en qué consiste el nuevo mecanismo.
De momento, el Ministerio calcula en 5 millones de euros el dinero que tendría que adelantar en base a una estimación de 1.000 solicitudes de alumnos. Una cifra que fuentes del departamento que dirige Wert esperan que sea bastante menor. La Generalitat, por ejemplo, asegura que en este curso solo 17 familias pidieron este tipo de enseñanza.
Uno de los nudos gordianos de la reforma ha sido la financiación. Tanto las comunidades autónomas como el Consejo de Estado dudaban de la memoria económica de la ley. Para lograr una solución el Ejecutivo ha mirado a Europa. En concreto, al Fondo Social Europeo, cuya prioridad es la lucha del paro juvenil.
«El 95% de los costes directos (los que asume el Estado) son elegibles de ser financiados por este fondo. Tenemos altísimas posibilidades de lograr cofinanciación en un 50 o 65%», aseguró Wert. Teniendo en cuenta que la memoria económica cifra en unos 400 millones estos costes, el Gobierno podría lograr un ahorro de unos 200 millones. En concreto, el Ejecutivo aspira a que los fondos comunitarios financien la Formación Profesional Básica y del adelanto de los itinerarios en 4º ESO. Está por ver que la iniciativa, que tardará meses en resolverse, contente a las comunidades, puesto que no afecta a los costes indirectos que ellas sufragan.
También se mantienen las evaluaciones externas al final de cada etapa educativa. Una de las novedades incluidas en el texto definitivo es que los exámenes que se realicen en Primaria pasan a ser competencia de las comunidades. Los controles en 4º ESO y Bachillerato dependerán del Estado y serán homogéneos en todo el país. Ahora se inicia el trámite parlamentario pero es difícil que haya modificaciones importantes.