El PSOE deja ahora en el aire la apuesta por las primarias para elegir al secretario general
La dirección del partido se limita a abrir la puerta a un debate tras las objeciones de Griñán y otros líderes regionales
MADRID. Actualizado: GuardarLas primarias para elegir al futuro secretario general del PSOE peligran. La determinación mostrada por el núcleo duro de la dirección socialista, hace apenas tres semanas, para impulsar este cambio histórico en la formación no se compadece con la vaguedad de la propuesta que finalmente planteará en el debate sobre calidad democrática que se celebra hoy en Oviedo. Los recelos mostrados por pesos pesados del partido, entre los que destacan los de su presidente, José Antonio Griñán, han llevado al secretario de Organización, Óscar López, a optar ahora por la prudencia.
«Proponemos abordar este debate en el proceso de la Conferencia Política para definir su aplicación en futuros procesos», dice el texto que se discutirá durante la jornada. Nada se da por hecho porque, pese al ruido generado por algunos sectores del partido, especialmente a raíz de la sublevación del PSdG para experimentar un método de elección en el que la voz del militante resulte clave, este es un tema polémico sobre el que en absoluto existe unanimidad.
Las primarias a la secretaría general fueron rechazadas por una mayoría abrumadora en el 38 Congreso Federal de Sevilla, en el que resultó elegido Alfredo Pérez Rubalcaba hace menos de año y medio. Entonces, sus defensores eran muy pocos tanto entre los partidarios del exministro del Interior como entre quienes apoyaron la candidatura de Carme Chacón, aunque esta aplaudió después el pulso planteado por los socialistas gallegos. «Incluso Pachi Vázquez votó en contra de la ponencia 'un militante un voto'», recuerda con sarcasmo un miembro de la actual dirección del partido.
En dieciocho meses las cosas parecen haber cambiado mucho. Las tesis que defendieron casi en exclusiva el líder de los socialistas madrileños,Tomás Gómez, y el movimiento alternativo Bases en Red, se han extendido hasta el punto de que algunas federaciones, como la valenciana y la vasca, acordaron incluir la fórmula en sus estatutos siempre y cuando la decisión sea ratificada en un Comité Federal.
En vista de que la presión aumentaba, el mes pasado la dirección del partido se tiró a la piscina. Pero ahora sus planes, que sirvieron para apaciguar el polvorín de Galicia, pueden naufragar.
Decisión congresual
El jefe de filas del PSOE andaluz y los suyos, es decir, quienes controlan mayor federación del partido en número de militantes, han dejado clara su oposición a un cambio de paradigma semejante. Al menos, sin un congreso de por medio. Tampoco al extremeño Guillermo Fernández Vara le gusta la idea, ni a veteranos como Manuel Chaves o Juan Carlos Rodríguez Ibarra. Otros muchos admiten en privado que les cuesta asumir la idea lanzada por el secretario de Organización en un inocuo desayuno informativo, sin previo aviso, e incluso vaticinan que su aplicación sería un desastre.
Los 'peros' siguen siendo los mismos que en 2012, cuando se aprobaron en cambio las primarias abiertas a simpatizantes para la elección del candidato a la presidencia del Gobierno. Generaría un hiperliderazgo y un «choque de legitimidades», dicen sus detractores. La discusión a fondo, en todo caso, queda para finales de octubre, que es cuando tendrá lugar la Conferencia Política. Y eso plantea un problema sobre la adecuación a la normativa interna de las elecciones que han convocado la federación gallega el próximo 7 de septiembre para elegir a su próximo líder.
Tendrá que ser el Comité Federal de julio el que resuelva el conflicto porque el equipo de Rubalcaba insiste desde hace varias semanas en que ninguna comisión ejecutiva, ni regional ni nacional, puede modificar los estatutos aprobados en el máximo órgano del partido. Algunos advierten de que tampoco un comité federal puede hacerlo, así que el problema subsiste.