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Blesa sale en libertad provisional tras cubrir con avales la fianza de 2,5 millones
Los abogados del expresidente de Caja Madrid habrían usado de garantía su patrimonio inmobiliario, valorado en cerca de seis millones
MADRID. Actualizado: GuardarMiguel Blesa, expresidente de Caja Madrid, abandonó en la tarde de ayer de la prisión de Soto del Real tras dar luz verde el juzgado de guardia a los avales bancarios presentados por sus abogados para cubrir la fianza impuesta el jueves de dos millones y medio de euros, acusado de un delito societario de administración desleal, o bien de apropiación indebida en concurso con falsedad en documento público. Encarcelado apenas 18 horas por su responsabilidad en la compra supuestamente fraudulenta del City National Bank of Florida en la primavera de 2008 -que, según el instructor, habría ocasionado a la entidad pérdidas de más de 500 millones de euros- el exfinanciero salió del centro penitenciario por la puerta de atrás, en vez de la habitual en estos casos, para eludir a la prensa.
Los avales aportados por la defensa, según fuentes jurídicas, tendrían como última garantía el patrimonio inmobiliario del propio Blesa, valorado oficiosamente en cerca de seis millones de euros y sobre el que solo pesaría ahora un crédito hipotecario. Se trata de seis inmuebles (entre pisos, chalets e incluso algún terreno rústico) distribuidos entre las provincias de Madrid y Jaén, su tierra natal. La propiedad más cotizada, a priori, sería la mansión que tiene en la lujosa urbanización madrileña de La Florida, que por sí misma ya valdría más de un millón. Además, cuando dejó la presidencia de la caja en febrero de 2010 recibió una indemnización de 2,8 millones. De su salario, solo se conoce que cobró 12,4 millones entre 2007 y 2010.
La acusación popular que ejerce Manos Limpias pedirá este lunes al instructor del caso que investigue «al detalle» el origen de los avales aportados por la defensa de Blesa -que, a su vez, ha recusado al juez por supuesta «enemistad manifiesta» y actuar como «denunciante»-, sobre todo respecto a la propiedad real de los bienes. Y es que, según señalaron ayer sus responsables, tienen la sospecha de que en la operación del City National Bank «pudo haber más de 100 millones de dólares en comisiones indebidas». En este sentido, se preguntaron por el motivo real de que Caja Madrid adquiriera poco antes una mansión en Miami por nueve millones de dólares como 'embajada' comercial.
El titular del juzgado de instrucción número 9 de Madrid, Elpidio José Silva, justificó el jueves su encarcelamiento provisional en la existencia de un «innegable riesgo de fuga», así como de que «pudiera incurrir en ocultación, alteración o destrucción de fuentes de prueba relevantes», dada su relación «o connivencia» con otros miembros de la dirección de Caja Madrid «al más alto nivel». Según él, los elementos disponibles en la causa «permiten establecer una cierta continuidad» en las acciones presuntamente delictivas del exfinanciero, dado que su proceder en la adquisición del referido banco de Miami es «muy próxima» a la que sostuvo para la concesión de un crédito de 26,6 millones de euros al expresidente de la CEOE y también exconsejero de la propia caja, Gerardo Díaz Ferrán.
Ocultación de información
Y es que en ambos casos las operaciones fueron ocultadas a la Consejería de Economía y Hacienda de la Comunidad de Madrid, pese al deber legal que tenían los responsables de la caja de informarle. También en los dos se autorizaron unas sumas «desorbitadas» con arreglo, de un lado, a las severas condiciones del sector financiero y a las malas perspectivas concretas del City National de Florida en el mercado estadounidense y, de otro, a los sospechosos avales presentados por Díaz Ferrán para el préstamo -que, además, ni se llegaron a verificar-.
En la adquisición del banco norteamericano, además, se fraccionó el pago (unos 745 millones de euros al cambio) en dos veces, supuestamente para eludir los controles externos. El Banco de España destaca, además, que los responsables de Caja Madrid no tuvieron en cuenta el fondo de comercio que debía el City, por más de 450 millones de euros. Todo ello hace concluir al juez que la actuación de Blesa fue «aberrante» porque, amén de eludir los controles preceptivos, no tuvo «las más mínima diligencia en la gestión y el destino proyectado de los fondos» de la entidad», pese a que la pérdida patrimonial en las dos operaciones referidas resultaba «plenamente previsible y anticipable».