El fantasma de la clonación humana ensombrece el avance científico
Mitapilov insiste en que su descubrimiento servirá para tratar enfermedades degenerativas como el párkinson o el alzhéimer
MADRID. Actualizado: GuardarCélulas madres y, a continuación, clonación humana. Dos conceptos que aparecen cada vez que cualquier investigador del mundo realiza un descubrimiento o un avance en el campo de la genética. El último ha sido Shoukhrat Mitalipov. El doctor kazajo y su equipo del Centro Nacional de Oregón para la Investigación sobre Primates (Onprc, en inglés) anunciaron el miércoles que habían conseguido células madre embrionarias humanas a partir de una célula adulta. Un anuncio que no tardó en convertirse en polémica. «La creación de nuevas vidas humanas en el laboratorio únicamente para destruirlas es un abuso denunciado incluso por muchos que no comparten las convicciones de la Iglesia sobre la vida humana», aseguró el cardenal Sean O'Malley, responsable del Comité Provida de la Conferencia Episcopal de EE UU. Incluso habló de la posibilidad de crear «niños clonados», como pasaba en la película 'La isla'.
Una creencia que el mundo científico rechazó de plano. «Esta tecnología se conoce desde hace una década en primates y no hemos visto que se haya clonado ningún macaco», apunta Acaimo González, investigador del CSIC en el Centro Andaluz de Biología del Desarrollo, que insiste en la diferenciación entre la clonación reproductiva -un ejemplo sería la oveja Dolly- y la clonación terapéutica -el desarrollo de un embrión para extraer sus células madre y su posterior uso-.
«La clonación humana queda muy lejos. Estos científicos saben lo que hacen y lo que quieren es explotar al máximo la terapia celular máximo. No está en su mente hacer otra cosa. Además, en estos momentos es una utopía», comenta el científico español. «El enfoque era recrear células madres, no embriones para la reproducción humana. Aunque hemos utilizado técnicas similares a la clonación, no es probable que funcione para experimentos sobre reproducción humana», incidió una y otra vez el doctor Mitalipov el día después de la publicación en Cell.
Esta nueva investigaciones va a impulsar la clonación terapéutica ya que va a permitir que los tejidos 'rotos' de los pacientes puedan ser 'reparados' con células del propio enfermo, con lo que la posibilidad de un rechazo es casi nula. El propio científico del centro de Oregón comentó que esta técnica permitirá combatir enfermedades como el párkinson o el alzhéimer, aunque las aplicaciones son numerosas. «No solo para las enfermedades degenerativas. Esta técnica crea líneas celulares que pueden crecer en el laboratorio y después derivar hacia neuronas, células de la sangre, de los músculos, de la piel o de la sangre, con lo que, según el tipo de enfermedad que se quiera estudiar, se podrá hacer un protocolo u otro. Y luego están las terapias celulares o medicina regenerativa», comenta el doctor González.
Carrera
Este descubrimiento va a provocar un nuevo estímulo para los científicos que trabajan en este campo, ya que hay dos caminos. La primera fue la vía abierta por Shinya Yamanaka en 2007 cuando presentó al mundo las IPS o células pluripotencialiad inducida. El Nobel de Medicina en 2012 logró crear a partir de una célula adulta, unas embrionarias sin óvulos y sin clonación.
Sin embargo, el problema de ambas técnicas es su seguridad, ya que hay riesgo de que se formen tumores, aunque el investigador del CSIC asegura que su aplicación médica estará disponible en «un corto plazo» de tiempo.