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Urdangarin entra en la guerra de los correos contra su exsocio
El apoderado y amigo del duque aporta 18 correos para intentar demostrar que era Torres el que «mandaba» en Nóos
MADRID. Actualizado: GuardarIñaki Urdangarin entra en la guerra de los correos que iniciara hace un año su exsocio. Pero no lo hace directamente, sino a través de Mario Sorribas, su amigo íntimo, la persona que desde hace años dirige la empresa que comparte con la infanta Cristina y su supuesto testaferro en la fundación de niños discapacitados usada presuntamente para evadir capitales al extranjero.
Sorribas, apoderado de Aizoon e imputado en este proceso, ha presentado en el juzgado 18 correos electrónicos que se cruzó con Diego Torres con la intención de probar que era el exprofesor de Esade, y no el duque de Palma, quien regía los destinos de Nóos, quien «mandaba y disponía» en la supuesta fundación sin ánimo de lucro, acusada de haber desviado a bolsillos privados más de seis millones de dinero público.
En un escrito redactado con el mismo tono irónico al que acostumbra la defensa de Torres, Sorribas dice haber «hecho un gran esfuerzo» para «hallar unos cuantos» 'mails' con los que evidenciar «la avalancha de falsedades pronunciadas por el matrimonio Torres-Tejeiro».
En esos correos, efectivamente, parece quedar claro que es Torres el que llevaba la voz cantante desde los primeros años del instituto. Ya en 2005, como jefe de grupo felicitando a todos los empleados por el trabajo en el primer gran acto con una administración, el Valencia Summit, de aquel año. En esos documentos, se ve que es el exprofesor universitario el que imparte órdenes a todo el personal de Nóos. Incluso el que propone que el yerno del Rey escriba directamente a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y al entonces presidente de la comunidad, Francisco Camps, para «presentarles» el proyecto del primer Summit.
Es también Torres, a la vista de esos correos, el que surpevisó los invitados a la cena de presentación de esa gran cumbre deportiva empresarial y el que recomendó no incluir «demasiados políticos de Madrid, en especial de la oposición».
«Mala saña»
De esas comunicaciones también se infiere la continua preocupación de Torres por controlar toda la comunicación del Instituto Nóos y tener prevista cualquier respuesta a la prensa, sobre todo en los primeros tiempos de Nóos. En octubre de 2004, poco después de que Urdangarin se incorporara al instituto como presidente del mismo, el exsocio mandó una comunicación a los principales responsables de la entidad, incluido el duque, en el que adoctrina a los suyos para tratar a los periodistas. Torres lo denomina «argumentario de respuestas a preguntas con mala saña que los medios pueden hacernos en cualquier momento a cualquiera de nosotros». Además, es Torres el que decide quién y a qué periodistas dan entrevistas, dando el visto bueno para hacer declaraciones solo a los informadores que se muestran, en su opinión, especialmente dóciles y que citan a Nóos «como referente informativo».
Incluso, después del instituto, ya en la fundación de niños discapacitados, es Torres el que, aparentemente, sigue decidiendo hasta cómo se cuelgan las noticias en la web para aparecer mejor en Google.