ESPAÑA

Rubalcaba remite a La Moncloa su oferta de pacto frente a la crisis

El líder de la oposición contrapone su propuesta de estímulos directos a familias y pymes a la política económica de Mariano Rajoy

MADRID. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Gota a gota. El mismo mensaje desde hace dos semanas, pero esta vez por escrito. Alfredo Pérez Rubalcaba ha remtido por fin a la Moncloa su oferta de gran pacto nacional para la reactivación económica; un compendio de todas las medidas de carácter económico que ha ido proponiendo el PSOE desde el pasado enero y que, ahora, pretende discutir con el resto de fuerzas políticas y agentes sociales. «Tenemos que ser capaces de discutir cuándo salimos de la crisis y de buscar acuerdos para hacerlo, pero también tenemos que saber qué España queremos tener cuando salgamos», defendió ayer al presentar su plan.

La respuesta del Gobierno resulta, hasta la fecha, poco halagüeña. El pasado miércoles, en el pleno del Congreso, Mariano Rajoy puso en duda la verdadera voluntad de acuerdo del primer partido de la oposición, dejó claro que no piensa rectificar sus políticas y, sobre todo, desdeñó los planteamientos de Rubalcaba con el argumento de que España no necesita «buenos deseos y fantasías ilusorias». El secretario general del PSOE, sin embargo, insistirá. «Sé que es difícil -admitió- pero creo que merece la pena intentarlo».

Los socialistas sostienen que el deseo de entendimiento entre las principales fuerzas del país es muy mayoritario en la sociedad. En realidad, ese ha sido siempre el criterio del actual líder de la oposición. Su deseo de intentar pactos de Estado con el Ejecutivo y su moderación inicial ante cuestiones como el hundimiento de Bankia le costó no pocas críticas internas en 2012, hasta el punto de que tuvo que echar el freno. Pero el planteamiento ahora es otro porque el PSOE ha comenzado a trabajar en alternativas a las políticas del Gobierno y su movimiento tiene un doble sentido: por un lado responde al sentir social y por otro le permite escenificar ante su propio electorado que su modelo es distinto al del PP.

Los recelos de Bruselas y el escepticismo del Ejecutivo no le han hecho desistir, por ejemplo, de una de sus propuestas más recientes: la de pedir 30.000 millones de euros más, de esa línea de crédito que la UE autorizó para el saneamiento del sistema financiero español, para destinarlos a las pymes y a las familias que corran riesgo de perder su vivienda. Rubalcaba defendió que otras muchas veces se han despreciado sus propuestas como «ocurrencias» y, sin embargo, han acabado abriéndose camino. Es el caso de la flexibilización de los objetivos de déficit, algo que el Gobierno peleó, pero que en un primer momento no defendió en público.

Bipartidismo

Los 50 folios de que consta la propuesta socialista, se centran en la política económica: habla de un pacto de rentas para que el ajuste no se haga exclusivamente sobre los salarios y tenga una correlación con los beneficios; de una reforma del sistema fiscal; de políticas de estímulo y de la lucha contra la pobreza y la exclusión social. Pero Rubalcaba subrayó que cuando habla de acuerdos piensa en algo más amplio. Si Rajoy planteó en la Cámara baja un diálogo sobre la reforma de la administración pública, sobre las pensiones, sobre la regeneración democrática y sobre la unidad de mercado, el secretario general del PSOE habló de nueve temas.

A los cuatro abiertos por el presidente del Gobierno sumó la educación, política de vivienda, política fiscal, política industrial, control de precios y energía. Salga o no el acuerdo, los socialistas creen estar combatiendo el tremendo descrédito de la política. Los grandes partidos no hacen más que caer en las encuestas y el temor crece en sus direcciones.

Aun así, el secretario general del PSOE quitó hierro a los números. Sin elecciones de por medio, recordó, la mitad de los consultados no se pronuncien en los sondeos. «Decir que se ha caído el bipartidismo me parece -concluyó- prematuro».