Objetivo europeo, rescatar a las pymes
La tasa de aceptación del crédito ha bajado en España del 46% que alcanzaba en 2006 al actual 30% por la crisis Las iniciativas del BCE para que fluya el crédito chocan con el rechazo germano, que denuncia otra 'financiación estatal'
MADRID. Actualizado: GuardarEl Gobierno de España se ha tomado muy en serio la oferta europea de dar aliento a las pymes. Instituciones como el Banco Central Europeo y el Banco Europeo de Inversiones han colocado en su agenda de prioridades las medidas para potenciar el crédito a las pequeñas y medianas empresas de los países más vulnerables de la zona euro. El presidente Mariano Rajoy se mostró expectante ante esta iniciativa tras su encuentro con el primer ministro italiano, Enrico Letta, la pasada semana en Madrid.
Pero las elecciones germanas están a la vuelta de la esquina, y Alemania se ha apresurado a mover ficha. El ministro de Finanzas, Wolfgang Schauble, ha advertido en el marco de un encuentro con miembros de su partido, la CDU, que actuaciones de este tipo se pueden considerar «financiación pública encubierta», una práctica vetada por las normas de la Unión Europea.
¿En qué estaba pensando el presidente del BCE, Mario Draghi, cuando se refirió a «variadas opciones» para ayudar a que fluya el crédito a las pymes europeas? En el marco de la reunión que el G-7 celebró el pasado fin de semana en Aysbury (Reino Unido), aseveró que «no está tomada una posición sobre este asunto», pero admitió que, entre las opciones que se barajan, está la compra de ABS, o bonos respaldados por activos de los bancos. A diferencia de Estados Unidos, en Europa no funcionan mercados de este tipo y los productos estructurados despiertan fuertes recelos.
Fuentes financieras concretan que la institución emisora estudia aceptar que los bancos le remitan los créditos que han concedido a las pymes como colaterales cuando obtienen la habitual financiación a precios bajos. Esta aceptación supondría un estímulo para conceder este tipo de préstamos.
No está en la mente del BCE alimentar muchas esperanzas, por ahora. El mes pasado, su consejo de gobierno encomendó a los comités técnicos investigar vías para estimular el préstamo a pequeñas y medianas empresas. El papel del BCE en esto «será más bien catalítico», es decir, dinamizador, explicó entonces Draghi. «Habrá que tener en cuenta a actores como la Comisión Europea, el Banco Europeo de Inversiones y los Gobiernos nacionales», dijo, para desviar la atención.
Por otra parte, el Banco Europeo de Inversiones está ahí. Y podrían potenciarse fórmulas de ayuda que van desde el descuento al papel comercial hasta los avales y contraavales. En la actualidad, hay líneas de crédito del BEI que suelen financiar hasta el 50% del costo total de cualquier proyecto o, excepcionalmente, el 100% del préstamo concedido por el banco intermediario. Los vencimientos suelen oscilar entre 5 y 12 años.Para el BEI tienen consideración de pyme las empresas con menos de 250 empleados.
Deuda y crédito
El Banco Central Europeo ya es consciente de que sus medidas 'no convencionales' sobre los mercados financieros no acaban de llegar a la economía real. Han contribuido a cierta apertura de los mercados financieros y salvado del abismo a los países sufridores de la crisis de la deuda soberana, pero las pequeñas y medianas compañías siguen sufriendo sequía crediticia.
Los canales de transmisión de fondos permanecen taponados. Que las empresas españolas no han recuperado los cauces bancarios para acceder al crédito lo pone de manifiesto la Central de Información de Riesgos (CIR). Este organismo del Banco de España aporta datos que permiten concluir un fuerte descenso en la admisión de las operaciones de préstamo. La tasa de aceptación del crédito a las compañías, situada en el entorno del 46% como media del año 2006, ha descendido hasta el actual 30%. Se trata del cociente que mide las operaciones aceptadas con relación a las solicitudes.
El instituto supervisor detalla que los problemas crediticios los sufren todo tipo de compañías, sin discriminación entre el sector de la construcción y el resto. La CIR también matiza que las empresas de menor tamaño -menos de un millón de deuda bancaria declarada- registran caídas del crédito algo menores que el conjunto. Pero la realidad es que las grandes compañías disponen de otras vías para captar recursos, porque pueden emitir bonos en los mercados ya normalizados.
Habría que promover, demanda Jorge Sicilia, economista jefe del servicio de estudios de BBVA, que el proceso de desendeudamiento de economías como la española «sea compatible con dar crédito a aquellos segmentos de la economía que tienen un potencial de crecimiento». Este experto menciona a las empresas vinculadas al sector exterior, una relación en la que aspiran a figurar muchas pequeñas y medianas compañías internacionalizadas.