Denuncian el fácil acceso a raticidas en el pabellón deportivo Costa Sancti Petri
Un incidente donde varias niñas de cinco años manipularon el veneno provocó que el Ayuntamiento haya pedido más medidas de precaución
Actualizado: GuardarLa semana pasada una usuaria del pabellón municipal Costa Sancti Petri presentó en el establecimiento una hoja de reclamaciones por el fácil acceso a los productos y las trampas para cazar roedores que utiliza dicho equipamiento. Fue después de vivir un tenso momento en elq ue su hija y otras niñas de entre cinco y seis años «aparecieran con una bolsa de raticida abierta, pensando que eran chucherías, porque aún no saben leer», explicó la propia afectada, S.M.S.
«Cuando nos dimos cuenta del peligro de lo que tenían en la mano, corrimos a avisar a los responsables del pabellón, que se limitaron a decirnos que los niños no debían estar en el jardín y que el contenido del sobre no era nocivo», lamentó la usuaria de las instalaciones, quien también reflejó en su reclamación por escrito el trato recibido del personal de la empresa que tiene la concesión del servicio municipal. «Para hablar con el director del centro tuvimos que entrar a buscarlo porque no se dignó a salir a ver qué estaba ocurriendo y en todo momento mostró una actitud altiva y arrogante, insistiendo en que había sido culpa de las niñas», agregó en este sentido.
No obstante, S.M.S. reconoció que su hija y las amigas «no debían estar en el jardín, pero en un espacio abierto donde entran niños y juegan debería de existir un mínimo de precaución por lo que pueda ocurrir», y detalló que después del incidente «comprobamos que las cajas estaban sin ninguna protección en el límite del jardín y la valla, accesibles a cualquier persona».
Más señalización y protección
Días más tarde de que se produjera el incidente, la usuaria recibió la respuesta a su reclamación, donde se explicaba que tras consultar al servicio de desratización que trabaja en estas instalaciones, «las cajas son las que oficial y reglamentariamente se utilizan en el tratamiento de este tipo de plagas» y que se ubican en superficie «fuera del tránsito de personas, tal y como aquí están instaladas».
Asimismo, añaden que desconocen «si las bolsas fueron extraídas o se encontraban en el jardín» ya que reglamentariamente debían estar fijadas al interior de la caja. Por eso, la empresa que gestiona el pabellón ordenó a esta subcontrata «llevar a cabo las acciones correctoras y señalizadoras de las mismas, con el fin de que no puedan ser manipuladas, así como para que instalen señales más visiblesdel contenido nocivo de las cajas».
Portavoces de la concesionaria también aclararon que el director de la empresa «se interesó en todo momento por lo ocurrido». No obstante, la afectada no se mostró conforme con la contestación ya que «no recoge ningún tipo de disculpa, ni de agradecimiento por detectar el daño para evitar nuevos casos en que el resultado no fuese el mismo, porque hay que dar gracias de que sólo se quedó en un gran susto».
Por su parte, la Delegación municipal de Deportes también tomó parte en el asunto al conocer lo ocurrido y el edil responsable del área, Diego Rodríguez, añadió que se va a pedir a la empresa que, aunque el jardín no sea una zona de tránsito, «se intente vallar y tomar medidas de prevención porque es verdad que es un espacio donde transitan muchos niños y hay que evitar que se repita una situación de estas características».
Asimismo, el edil pidió públicamente disculpas a la usuaria afectada y a los padres del resto de menores que se vieron involucrados y añadió que la Delegación de Deportes «también ha hablado con la dirección del pabellón para que mejoren el trato al usuario».