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Pakistán da en las urnas una masiva respuesta al terror
El ex primer ministro Nawaz Sharif se perfila como el claro ganador de unas elecciones que contaron con un récord de participación del 60%
Actualizado: GuardarLa Liga Musulmana Nawaz (PML-N) que lidera Nawaz Sharif, ex primer ministro en dos ocasiones en los noventa, vuelve a ser la fuerza más votada de Pakistán y el político de 64 años se asoma a su tercer mandato como jefe de Gobierno. El carismático empresario punjabí dijo al depositar su voto en Lahore que «esta noche espero buenas noticias» y, según avanzaba el recuento de votos, se fue consolidando un apoyo aplastante del electorado.
A falta de los resultados definitivos, las estimaciones de voto de medios como Geo TV dieron al PML-N 114 escaños, una victoria clara sobre el Partido de la Justicia (PTI) del exdeportista Imran Khan y el Partido Popular de Pakistán (PPP), de la familia Bhutto, que con 38 y 35 escaños se disputarían a mucha distancia el segundo lugar en la nueva cámara. El PML-N es el partido más votado, pero no logrará la mayoría suficiente para formar Gobierno, así que en cuanto concluyan el recuento llegará el momento de los pactos para alcanzar los 172 escaños necesarios. Sharif se dirigió a sus fieles cerca de la media noche con un discurso victorioso en el que subrayó los riesgos que afronta el país y se refirió en especial a la necesidad de afrontar los graves problemas económicos que sufre esta potencia nuclear de 180 millones de habitantes. Junto a la economía, la relación con Estados Unidos ha sido otro de los pilares de una campaña en la que ha criticado los ataques con aviones no tripulados en las áreas tribales.
Pese a la gran distancia con el ganador, la formación de Imran Khan irrumpe con fuerza en la Cámara y pasa a convertirse en un actor de peso en este nuevo Pakistán que, por primera vez en su historia, ha logrado una transición civil de Gobierno, sin un golpe de Estado militar de por medio. Khan, excapitán de la selección nacional de críquet ingresado desde el jueves en un hospital de Lahore tras su caída en un mitin, ha logrado unos resultados similares al PPP, una de las fuerzas tradicionales del país en la que el electorado ha perdido la confianza después de haber permanecido los últimos cinco años en el poder. Un mensaje de aviso para el actual presidente Asif Ali Zardari, líder del PPP de la mano de su hijo Bilawal Bhutto, cuyo cargo expira a finales de año.
Largas esperas bajo el sol
Colas y más colas de ciudadanos esperando bajo el sol su turno para votar, esta es la imagen que se repitió en la mayoría de centros de voto de las cuatro provincias de Pakistán, una afluencia de votantes que obligó a la Comisión Electoral a alargar la actividad de los colegios una hora, tres en el caso de varios distritos de Karachi, capital financiera del país donde se registraron la mayor parte de los problemas durante la jornada. La amenaza de Tehrik e Taliban Pakistan (TTP) no amedrentó a los ciudadanos y, según datos provisionales ofrecidos por la comisión, la participación podría superar el 60%, muy superior al 44% de 2008.
La victoria sobre el miedo costó la vida a más de 110 personas durante la campaña electoral a causa de los repetidos atentados y ayer al menos otras treinta personas murieron en distintos incidentes. Uno de los más graves se produjo en Karachi, donde apenas dos horas después de la apertura de las urnas la explosión de una bomba que tenía como objetivo a un candidato del secular Partido Nacional Awami (ANP) provocó la muerte de once personas.
«No tenemos miedo. Tras la explosión nos fuimos pero poco a poco hemos vuelto», dijo Waheed Ullah Khan, que se disponía a votar en las inmediaciones del lugar donde se produjo el ataque. «Los talibanes son nuestro mayor problema pero lo vamos a resolver por medios militares y la negociación», afirmó otro elector, Ibrar Khan, que aseguró que los insurgentes mataron hace tres meses a su hermano Inram en una explosión en un bazar local.
Además de la falta de seguridad, Karachi también fue el lugar donde mayores denuncias de fraude se produjeron y la Comisión Electoral reconoció a través de un comunicado emitido tras el cierre de las urnas que «hemos sido incapaces de llevar a cabo elecciones libres y justas en Karachi».