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Al-Nusra, la 'línea roja' de Estados Unidos en Siria
Altos mandos del Ejército Sirio Libre aseguran que la prioridad de la Inteligencia americana es acabar con los yihadistas que luchan contra El-Asad
Actualizado: GuardarMientras en los despachos se aceleran los contactos para la cumbre sobre Siria que Estados Unidos y Rusia apadrinarán a finales de mes, sobre el terreno la guerra no se detiene y la bandera negra de los grupos islamistas gana espacio en los territorios fuera de control del régimen. El negro de la yihad, de la guerra santa promovida por grupos como el Frente Al-Nusra que ha dejado en segundo lugar la lucha por una nueva Siria para sustituirla, como repiten en sus comunicados colgados en las redes sociales, por la construcción del Califato. Su expansión entre los opositores preocupa a Estados Unidos, que, según recoge The National, habría iniciado una serie de contactos con figuras de la oposición armada para pedirles que comiencen a plantar cara a los yihadistas de Al-Nusra con quienes, de momento, comparten línea del frente contra El-Asad.
Altos mandos del Ejército Sirio Libre (ESL) señalaron al periódico de Emiratos Árabes que «hace seis meses» mantuvieron una reunión en Jordania con responsables de la Inteligencia estadounidense que les señalaron que «preferiríamos que combatierais a Al-Nusra ahora y después ya llegará el momento de El-Asad. Deberíais matar a esa gente o lo haremos nosotros si vosotros no lo hacéis». Los mandos del ESL cruzaron la frontera esperando conseguir el compromiso para la llegada de armas, pero lo único que obtuvieron fue una oferta para «entrenar a treinta combatientes por mes» a cambio de que se les destinara a luchar contra un grupo islamista cuyo líder, Abu Mohamed al-Golani, ha resultado herido en las últimas horas tras un bombardeo en las afueras de Damasco, según informó el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
La prioridad estadounidense contrasta con la 'línea roja' marcada por Israel y que le ha llevado a realizar al menos tres ataques aéreos en los últimos meses. Por encima de Al-Nusra, a Tel Aviv le preocupa la presencia de Hezbolá y la posible llegada de armas de última generación a sus manos. Bashar el-Asad, según recogió el diario libanés Al Akhbar, cerró filas en torno a la milicia chií a la que calificó de «modelo para Siria» y a la que «le dará todo» lo necesario. Ayer mismo, el líder de Hezbolá, Hasán Nasrala, confirmó que Siria va a proporcionarles armas «sofisticadas», y aseguró que la milicia apoyará los intentos de este país por recuperar los Altos del Golán, ocupados por Israel desde 1967.
Deserciones en el ESL
Después de dos años de guerra la oposición armada englobada dentro del Ejército Sirio Libre (ESL) sigue desestructurada, sin medios y sometida a un embargo de armas por parte de Europa y Estados Unidos.
Este caos interno y la falta de ayuda externa han acelerado las deserciones de combatientes que se enrolan en las filas de Al-Nusra y sus brigadas. Según mandos del ESL citados por The Guardian, «al menos 3.000 combatientes» dejaron de pelear bajo la bandera verde, blanca y negra de la revolución para abrazar la enseña negra islamista, «sobre todo porque allí saben que contarán con armas y municiones», apuntan los mandos consultados, que también subrayan la importancia de «la ideología islamista», fortalecida por la habitual estrategia de marketing de estos grupos.
Al-Nusra juró fidelidad a Al-Qaida a comienzos de abril, figura en la lista estadounidense de organizaciones terroristas y está detrás de algunos de los atentados más brutales ocurridos hasta ahora en Siria. El grupo reivindicó su primera acción el 24 de diciembre de 2011 en Damasco y desde entonces ha crecido hasta ocupar la primera línea de combate. Sus brigadas fundamentalistas dominan amplias zonas fuera del control del Gobierno central en Alepo, Idlib, Hama o Deir Ezzor.
Pese a defender que sus objetivos son siempre las fuerzas de seguridad, las acciones más importantes llevadas a cabo por esta organización y las numerosas brigadas que han surgido bajo su inspiración, como Liwa al-Islam, han costado la vida a cientos de civiles.