Economia

El comité de expertos baraja que las pensiones suban cuando crezca el PIB y bajen en las crisis

Una de las propuestas que tienen sobre la mesa para diseñar el factor de sostenibilidad vincula la cuantía de la prestación al ciclo económico

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El comité de expertos designado por el Gobierno para diseñar una propuesta sobre el factor de sostenibilidad de las pensiones estudia, entre las propuestas que hay sobre la mesa, que la evolución de las pensiones se lige al ciclo económico, de forma que las pensiones bajen en la fase descendente del ciclo y suban cuando el PIB crezca. Introducir el ciclo económico como uno de los elementos determinantes de las pensiones, aunque sea con un coeficiente corrector que moderara el impacto del ciclo, supone un cambio total respecto al sistema actual, en el que, una vez jubilado, las prestaciones nunca se reducen. Como mucho, se congelan como hizo el Gobierno de Zapatero, o no se actualizan con la inflación, como decidió el Gobierno de Rajoy el año pasado, por lo que los pensionistas perdieron poder adquisitivo.

Los expertos se han reunido tres veces y lo volverán a hacer el próximo viernes. Antes de que acabe el mes, deberán presentar al Gobierno el diseño del factor de sostenibilidad. Por el momento, vincular la evolución de las pensiones al PIB es solo una de las fórmulas que se han planteado y no cuenta con el apoyo unánime de todos los expertos del comité. En estos momentos del ciclo, eso supondría una rebaja de las pensiones actuales. De hecho, alguno de los integrantes del comité teme que lo que se esté buscando sea «un recorte inmediato» del gasto en pensiones. En todo caso, el Gobierno tendrá que llevar el factor de sostenibilidad al Pacto de Toledo y debatirlo también con los agentes sociales. La ley de reforma del sistema de pensiones que entró en vigor este año (con cambios en la edad de retiro y en la jubilación anticipada y parcial) determinaba que a partir del año 2027 se establecería un factor de sostenibilidad de las pensiones que se revisaría cada cinco años y que vincularía la pensión de jubilación con la evolución de la esperanza de vida. Pero no concretaba cómo sería. Es lo que ahora hay que decidir. Y de forma urgente porque el Gobierno quiere que empiece a aplicarse ya en 2014.

La vinculación del factor de sostenibilidad a la esperanza de vida puede afectar a la edad de jubilación (retrasándola al aumentar la esperanza de vida), al número de años exigidos de cotización para tener derecho a la pensión, a la cuantía de la pensión, o a todas a la vez. Pero en este caso solo afectaría a los nuevos pensionistas, lo que supone un impacto muy moderado en las cuentas de la Seguridad Social. En estos momentos, hay 8.208.976 pensionistas (por jubilación, viudedad, orfandad, incapacidad permanente y favor de familiares) que perciben nueve millones de pensiones (790.000 cobran más de una pensión) y la incorporación de nuevos pensionistas ronda los 300.000 al año. Es decir, que el factor de sostenibilidad empezaría a aplicarse sobre menos del 4% del colectivo. Algo que da poco margen para reducir el déficit de la Seguridad Social, cuyo presupuesto anual supera los 128.000 millones de euros. El sistema cerró el año pasado con un déficit del 1% del PIB. El Gobierno prevé que este año aumente hasta el 1,4% del PIB y que en 2014 registre un resultado negativo del 1% del PIB. Y sigue previendo déficit hasta 2016, que es el último año que aparece en el programa de estabilidad. En el mismo se cuantifica en el ahorro anual que permitirá la introducción del factor de sostenibilidad, de forma que el gasto en pensiones se situará en el 10,6% del PIB en 2020 en lugar del 10,9% sin la reforma, 3.000 millones menos al año con el PIB actual.

Ingresos

El comité de expertos también analiza las posibilidades del sistema desde el lado de los ingresos. El Presupuesto del Estado prevé completar este año la separación de fuentes de forma que las prestaciones no contributivas se financien exclusivamente con las aportaciones del Estado y no con cotizaciones. Por otra parte, el servicio de Estudios del BBVA, cuyo economista jefe, Rafael Domenech, forma parte del comité de expertos, reclama una reforma «ambiciosa» y advierte de que «la población debe ser perfectamente conocedora de la previsible reducción de la pensión que recibirá del sistema público de reparto».

No obstante, Domenech matizó que de ahí no se debe concluir que las pensiones tengan que ser inferiores. «El PIB va a subir y la renta agregada también aumentará. Las pensiones pueden seguir creciendo, aunque a lo mejor no al mismo ritmo que lo harán el PIB o la renta agregada», concluyó en la presentación del informe sobre 'Situación España'.