![](/cadiz/prensa/noticias/201305/07/fotos/6613435.jpg)
Rubalcaba insta a Rajoy y a la UE a no despreciar su oferta de pacto anticrisis
El líder del PSOE reclama un «acuerdo nacional», que ve «tan difícil como necesario», y llama a ser flexibles y a abandonar la «política pequeña»
Actualizado: GuardarAlfredo Pérez Rubalcaba reclamó ayer al Gobierno y a la Unión Europea «humildad» y flexibilidad para que al menos acepten estudiar otras políticas, distintas de la austeridad presupuestaria a toda costa, que puedan servir para reactivar la economía española y frenar la destrucción de empleo.
El líder de los socialistas españoles les pidió que no desprecien, sin siquiera haberla leído y estudiado, la oferta de pacto de Estado para la salida de la crisis que ha puesto sobre la mesa el PSOE, que busca aprovechar 30.000 de los 100.000 millones de euros del fondo de rescate a la banca española que no han sido preciso utilizar para recapitalizar las entidades para abrir el grifo del crédito a las pymes y los autónomos y evitar los desahucios a quienes el desempleo les impide pagar las letras del crédito.
Al secretario general socialista le sentó muy mal que desde la Comisión Europea corriesen a descalificar su plan como «imposible» y le recordasen que el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) solo sirve para recapitalizar cajas de ahorros, para rescatar estados o para la compra de deuda soberana, por lo que no serviría para una política de inversiones ni aunque España renegociase las condiciones y compromisos que permitieron la concesión. Un enfado similar le produjo saber que Mariano Rajoy había ninguneado su oferta de «gran acuerdo nacional» con el argumento de que eran «políticas del pasado», similares a las que profundizaron la recesión con José Luis Rodríguez Zapatero.
Rubalcaba recordó a unos y otros que estos son «tiempos de humildad, en Madrid y en Bruselas, en la Moncloa o en Ferraz», que la gente no soportará que como única solución a la crisis y las enormes tasas de paro se le pida «paciencia y resignación», y que, por lo tanto, cree que es el momento de dejarse de «la política pequeña, de te digo y me dices, y de cambiar la política» con una receta en la que piensa que los incentivos al crecimiento no tienen porque estar reñidos con la austeridad en el gasto público.
A vueltas con el MEDE
El líder socialista hizo a Rajoy una «oferta formal» para que, con la ayuda de los partidos, los sindicatos, la patronal y los presidentes autonómicos, protagonice «una concertación nacional» que pacte medidas para un acuerdo de rentas -salarios, beneficios y precios-, una reforma del mercado laboral, una gran reforma fiscal y un plan de lucha contra el fraude, así como un plan para garantizar el estado de bienestar, de forma especial la educación y sanidad pública y universal. Aseguró que, si antes no le llama el presidente del Gobierno, le repetirá la oferta, mañana, durante la comparecencia de Rajoy en el pleno del Congreso.
La dirección del PSOE entiende que ha llegado el momento de que Rajoy vaya a Bruselas, «hable fuerte» y razone y convenza a los responsables de la UE de por qué tienen que abrir la mano en el uso de los fondos sobrantes del MEDE. Rubalcaba pronosticó que, si ahora no se hace nada, «en un año y medio» la situación se habrá deteriorado tanto, debido al estancamiento económico, el paro y la morosidad, que los 30.000 millones que ahora quiere «gastar bien» para dar un empujón a pymes, autónomos y familias tendrán que volver a enterrarse para recapitalizar a los bancos.
El secretario general socialista dijo que no se engaña y que sabe que el éxito del pacto de Estado «es tan difícil como necesario», por lo que su partido está dispuesto a «cesiones». «Lo que no podríamos perdonarnos es no haberlo intentado», aseguró. Cree que el acuerdo debe ser un hecho porque lo exigen los ciudadanos y porque reforzaría la credibilidad exterior de España.
Mariano Rajoy no ve futuro al plan de Rubalcaba. Cree que si la UE aceptase destinar fondos del MEDE a pymes y familias impondría a España duras condiciones similares a un rescate de país. Piensa que sería «más sensato y eficaz» que ese crédito a las empresas puede llegar a través del ICO, del Banco Europeo de Inversión e incluso del BCE.
Rajoy dijo que, no obstante, sigue dispuesto a hablar con todos y a intentar que apoyen su nuevo paquete de reformas de las administraciones, de las pensiones y de la unidad de mercado. Lo que no aceptará es política alguna que suponga un aumento del gasto público o del endeudamiento, que identificó con las medidas de Zapatero.