Economia

Los sindicatos instan a Rajoy a que «cambie de política o de Gobierno»

Los líderes de CC OO y UGT aprovechan el Primero de Mayo para proponer un gran pacto nacional por el empleo que apoyaría la patronal

MADRID. Actualizado: Guardar
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«Cambie de política o, de lo contrario, cambie de Gobierno». Así de claro se lo dijeron ayer los líderes de CC OO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, al presidente Mariano Rajoy, al aprovechar el claro carácter reivindicativo de las movilizaciones del Primero de Mayo para reclamar un giro «drástico» en sus líneas de actuación económica, en el sentido de dejar atrás la austeridad y los recortes y «dar una oportunidad» al crecimiento sostenible y el empleo. Y como apoyo de sus reclamaciones, decenas de miles de personas se manifestaron al mediodía por más 80 de ciudades españolas, aunque con un seguimiento desigual que puso en duda la capacidad de movilización de las dos grandes centrales.

Complicado establecer cálculos concretos de cuánta gente salió a las calles en una fecha tan señalada -el propio Méndez dijo que no tenía sentido entrar en una 'guerra' de cifras-, con el fin de unirse a las protestas sindicales en un día marcado por los cielos nubosos -e incluso con lluvia- y las temperaturas bajas para esta época primaveral en buena parte del país, aunque la sensación es que el nivel de respuesta fue menor y básicamente nutrido por sus propios afiliados. Sirvan los ejemplos de Madrid y Barcelona. Así, mientras en la primera difícilmente se alcanzó la cifra de 50.000 manifestantes, inferior a los más de 70.000 de los que se habló hace un año, en la segunda se situó el horizonte de seguimiento en las 60.000 personas, también menor.

Batallas de números aparte, la sensación generalizada es que al igual que el rechazo a los grandes partidos es creciente por el desencanto ciudadano ante su falta de respuestas efectivas frente a la crisis, también las dos grandes centrales están perdiendo 'músculo' social -el nivel de afiliación sindical en España apenas alcanza el 16% y es de los más bajos de la Unión Europea, tras haber caído un 10% desde 2008.

«Un mensaje de unidad»

Probablemente conscientes de ello, los secretarios generales de UGT y CC OO prefirieron tender la mano al Ejecutivo en aras a la búsqueda de consensos, eso sí, condicionados. «Queremos un gran acuerdo para cambiar el modelo económico» y sacar al país de «una situación de emergencia nacional» del paro como la actual, destacaron en su intervención final tras la manifestación celebrada en Madrid.

Un pacto al que, precisaron, tendrían que ser convocados (desde el Gobierno) «la sociedad, las instituciones y los partidos, junto a los representantes sindicales y empresariales -para el vicepresidente de la CEOE, Arturo Fernández, sería «un mensaje de unidad muy importante en estos momentos»-, porque este país se merece una oportunidad». Eso sí, aunque Méndez y Toxo -reelegidos en sus cargos hace pocas semanas- se mostraron «dispuestos a asumir la parte de compromiso que nos corresponde» y reconocieron que «no hay dietas milagro», advirtieron que su adhesión a ese «compromiso» nacional para cambiar la economía no sería «inquebrantable» en la medida que los sindicatos rechazan gran parte de las políticas que el Ejecutivo del PP tiene previsto desarrollar hasta 2016.

Y es que en una jornada para la reivindicación y la demanda de cambio» como la de ayer, que para el líder de UGT tiene que marcar «un antes y un después» por las cifras «tremendas» de desempleo para hacer ver que «sí hay alternativas a las políticas de ajuste», las críticas al Gobierno también fueron rotundas. Así, Méndez le acusó de «estar paralizado» y actuar de forma «irresponsable», al tiempo que le instó a salir de la «dejación de responsabilidades» en que se encuentra.

El máximo responsable de CC OO, a su vez, demandó a Rajoy que «escuche el clamor ciudadano en vez de seguir gobernando por decreto». Uno y otro, tras advertir a la patronal que cumpla el acuerdo de negociación colectiva para desatascar los convenios que vencen en apenas un mes y afectan a cuatro millones de trabajadores, rechazaron también que desde el Ejecutivo se califique de simple «movilidad laboral» el éxodo «forzoso» fuera del país de miles de jóvenes que buscan una oportunidad laboral «que no encuentran aquí».