Sí a una educación concertada-religiosa

Yo he sido una de las muchísimas madres que el pasado miércoles día 24 secundamos la protesta por la incertidumbre que ha generado la Junta (PSOE-IU) al reducir el concierto educativo con centros concertados sin argumentos sólidos, más bien -diría yo- por motivos ideológicos. Por decisión de mi marido y mía, nuestra hija cursa 1º de Infantil en un colegio concertado de educación religiosa, donde le enseñan y potencian valores -algunos en desuso- como la familia, la solidaridad, el trabajo, el esfuerzo, el compañerismo, la tolerancia, el respeto. Además de una formación reglada de calidad, con la que nos sentimos plenamente identificados y satisfechos.

La decisión de la Junta, anunciada por la consejera de Educación y puesta en práctica ya en otras provincias andaluzas, supone una transgresión a la Constitución, que, en su artículo 27 (1 y 3), establece la libertad de enseñanza en cuanto a la libre elección del modelo de educación y formación religiosa y moral de los hijos, de acuerdo a las convicciones de los padres. La Junta menosprecia ese derecho que nos ampara la Carta Magna. Yo entiendo que el PSOE tenga que hacer concesiones a su socio de gobierno, pero no a costa de la educación de los andaluces. Quizás, uno y otro no se han detenido a pensar que suprimiendo el citado concierto educativo están favoreciendo la educación privada. Quizás se olvidan de que este modelo de enseñanza concertada religiosa ya lo estamos pagando con impuestos.

Por eso, le pido a la Junta que rectifique y normalice la educación en nuestra comunidad sin que menosprecie y excluya a los padres que tenemos convicciones religiosas.