Miguel Carcaño, el pasado lunes en los juzgados de Sevilla. :: EFE
ANDALUCÍA

El juzgado descarta otra búsqueda de Marta al no dar credibilidad a Carcaño

Javier Delgado declaró ayer, negó ante el juez su participación en la muerte de la joven y quedó en libertad

SEVILLA. Actualizado: Guardar
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Las sucesivas mentiras esbozadas por Miguel Carcaño acerca del destino de la joven sevillana Marta del Castillo parecen haber agotado su caudal de credibilidad. Ni juez ni fiscalía dan pábulo al nuevo relato acerca de cómo murió la adolescente, y ante las vaguedades ofrecidas, parece casi descartado que se solicite a la Policía una nueva búsqueda del cadáver en la finca de La Rinconada, donde estaría la escombrera en la que ahora dice que la enterraron.

La decisión del juez está motivada tanto en la declaración, en calidad de testigo, de propio Carcaño como en la de su hermano Javier Delgado, al que el único condenado por este caso señala como autor de la muerte. De forma sorpresiva, y a primera hora de la mañana, Delgado llegó a los juzgados para declarar como imputado, una garantía procesal que le permite defenderse asistido por su abogado.

Durante apenas treinta minutos, rechazó de plano todas las acusaciones de su hermano y aseguró no entender la implicación. El hermano de Miguel aventuró que podía deberse a una venganza de éste por no haberle atendido durante su estancia en la cárcel o incluso a su mente fantasiosa.

Según trascendió de la declaración de Delgado, éste negó todos los extremos: no tuvo ninguna discusión con su hermano la tarde del 24 de enero de 2009, la menor no medió para separarles y él no la agredió con la culata de su pistola. En este sentido, reconoció tener licencia de armas porque suponía un plus en su trabajo -era vigilante de seguridad- aunque no disponía de arma. Tampoco sabe conducir ni tiene carné por lo que no pudo, afirmó, trasladar el cadáver en el coche de su exmujer.

Delgado ha quedado en libertad sin cargos ni medidas cautelares. La Fiscalía no cree que participara en la muerte de Marta del Castillo, según fuentes judiciales consultadas por Europa Press, por lo que previsiblemente no pedirá al juez que se inicie una nueva búsqueda en La Rinconada.

Tanto el letrado de la acusación particular como la defensa de Delgado apuntaron el lunes en este sentido que Carcaño no concreta ningún sitio, sino que se limita a señalar una zona amplia en la que los rastreos policiales no han detectado nada. Así, está prácticamente descartado que se ordene una nueva búsqueda, que se sumaría a las ya realizadas en el río Gualdaquivir, el vertedero de Alcalá de Guadaira o varios parajes en la localidad de Camas, donde residía Carcaño a comienzos de 2009.

Desolación en la familia

La escasa credibilidad que la justicia otorga a la última versión, la séptima, de Miguel Carcaño ha caído como un mazazo en la familia de Marta, cuyo padre criticó ayer que Delgado acudiera a una hora intempestiva al juzgado, «con nocturnidad y alevosía», llegó a decir, «como si quisieran proteger a un imputado», y consideró que «lo que quieren es cerrar el tema y que no se vuelva a hablar más de esto».

Antonio del Castillo insinuó incluso que se trata de una maniobra para tapar posibles equivocaciones de la instrucción del caso. «A lo mejor se han podido equivocar, pero no lo van a reconocer», afirmó, «nadie quiere remover este tipo de cosas, que después huele todo muy mal». El padre de la joven asesinada dijo que la familia seguirá buscando el cuerpo aunque el juez «guarde en un cajón» el caso.