ESTABILIDAD

Se acerca el final de la temporada y ya empiezan a sonar rumores de cara a la próxima campaña. Es lo que tiene el quedarse sin opciones de pelear por nada en el mes de abril, que habrá tres meses por delante para hablar, hablar y hablar. Y como en Cádiz nunca aprendemos de los errores y además nos gusta una novelería más que comer con las manos, pues ya tenemos los primeros rumores en la calle. «Dos grupos inversores estarían interesados en comprar el Cádiz». Ya tenemos titulares, nombres propios y todo lo que ustedes quieran de aquí al próximo mes de julio que empieza la pretemporada. Por lo visto los proyectos en Cádiz sólo pueden duran nueve meses, lo que dura una temporada que termina en fracaso. Porque fracaso se puede considerar el no ascender un año más a Segunda División A. Giramos la vista atrás, y vemos como en tres años que llevamos en la SegundaB desde el último descenso de la temporada 2009/10, hemos tenido: tres grupos de accionistas, tres presidentes del club, tres consejos de administración distintos, tres directores deportivos a cada cual más distinto, cinco entrenadores de distinta índole y, atención, más de 70 futbolistas que no duran más de una temporada defendiendo la camisola amarilla, a excepcion de Aulestia, Moke y Dieguito. Demasiados vaivenes, demasiadas improvisaciones como para hacer un proyecto sólido y de garantías. En medio de todo este maremágnum queda el verdadero Cádiz, los aficionados que siempre han estado al pie del cañón, los empleados del club que siempre han dado la cara por el mismo, acostrumbrándose a las formas de trabajar de unos y otros y, sobre todo, la cantera y los canteranos. Cantera que ha seguido dando sus frutos, eso sí, para todos los clubes de España, pero que por lo menos ha servido para llenar las maltrechas arcas de la entidad. ¿Nuevo proyecto? Empezamos...