«Los niños tienen que divertirse bailando»
Araceli Arias Profesora de sevillanasCon casi treinta años de taconeos a sus espaldas y varias generaciones de como alumnos, Araceli Arias y su academia siguen enseñando el arte de bailar
EL PUERTO. Actualizado: GuardarPor su academia han pasado ya miles de portuenses. Niños y niñas, hombres y mujeres de todas las edades que quieren dar la talla en la Feria, o cuanto menos disfrutar su baile por antonomasia, las sevillanas. Araceli Arias comenzó a enseñarlas en el garaje de un amigo. Tenía 16 años y se abría camino en el mundo del baile flamenco. Fernando Belmonte, Paco de la Flor y Juan Parra fueron las compañías con las que bailó hasta que decidió dedicarse de lleno a enseñar. «Mi padre me dijo que me decidiera, que no podía estar entre dos aguas». Así montó su propia academia en El Puerto, la academia de Araceli Arias, donde actualmente aprenden más de noventa personas. Buena parte de ellas han bailado en la exhibición que cada año se celebra en la Caseta Municipal.
-¿Por qué antes era concurso y ahora es exhibición?
-No lo sé. De todos modos, creo que es mejor así. Son niños pequeños, no hay por qué fomentar la competitividad en algo así. Lo importante es que disfruten bailando.
-¿De dónde le viene su pasión por enseñar?
-Todas mis tías cantan y bailan. Pero no enseñan. Supongo que me viene de familia, pero es algo que he llevado dentro desde pequeñita.
-¿Cuál es la primera lección para un niño que quiere aprender las sevillanas?
-Cada niño es un mundo. Yo, antes que la técnica, intento que se abran con la música, que toquen los palillos... en definitiva, que se diviertan. Así se les mete el gusanillo. Luego vienen los pasos, pero comenzar con eso es muy aburrido para ellos.
-¿Y cómo nota qué niño va a tener arte para bailar?
-Pues desde el primer momento. Desde que entran en la academia ya se ve, no me preguntes cómo, pero eso se nota.
-¿Prefiere enseñar a bailar a adultos o a niños? ¿Qué es más difícil?
-Bueno, ahora con la crisis hay bastantes menos adultos que niños. En general, enseñar a los mayores es más difícil, salvo excepciones. Yo me siento más mejor trabajando con los niños. Aunque una vez enseñé a bailar sevillanas a un grupo de quince guardias civiles, todos hombres, y me harté de reír.
-¿Hay diferentes variantes en la forma de bailar las sevillanas?
-Hay diferencias incluso entre unas academias y otras. Nosotros en la exhibición cambiamos los pasos, para que no sea todo tan monótono.
-¿Y qué no debe faltar para que el baile sea auténtico?
-Para mí, lo fundamental son los brazos, más que los pies, sobre todo en las mujeres. Que los movimientos tengan gracia y arte. Y por supuesto, la complicidad con la pareja.
-¿Así se baila mejor?
-Claro que sí, que haya sonrisas, miradas, que se note la buena sintonía y el buen humor. Las sevillanas también son un juego de seducción. Las parejas se acercan, se separan, se tocan... Cuando un hombre o una mujer te saca a bailar, ya tiene un terreno ganado. Eso ha sido así desde siempre, no sólo con las sevillanas.
-¿Y qué piensa cuándo ve a alguien que no baila bien o se inventa los pasos?
-No, no, yo soy de la opinión de que debe bailar todo el mundo. Sepa hacerlo mejor o peor. Lo importante es divertirse, y la feria es un lugar para eso, para la diversión. Y aunque no se sepa los pasos, si tiene interés y ganas de divertirse, saldrá bien del paso.