La caseta del último puchero

El Lunes de Feria se sirve un caldito con arroz para los niños, y para los no tan niños. Al día siguiente hay que regresar al colegio y los estómagos, alterados por las comidas a deshoras, las frituras y las mezclas de carne, pescados y guisos, tienen que volver a su ritmo habitual. Pero no solo a los niños se les sirve este plato sanador, también los adultos se abrazan a este antídoto natural y casero contra la resaca. Este hábito, que más o menos se sigue en toda caseta que se precie, es una norma obligada en 'El último puchero', que este año ha ganado, por primera vez, uno de los premios a la mejor decoración que concede el Ayuntamiento.

Poco tiene que ver el exorno con los rituales culinarios, pero cuando un grupo de amigos igual se reúne para tomar el caldo que para arrimar el hombro en el montaje de una caseta, el resultado tiene que ser bueno. «Muchos hemos tenido que pedir permiso en el trabajo para venir los días previos a la Feria. Aunque estemos atareados, también se pasan buenos ratos y hay anécdotas. Al final merece la pena el esfuerzo».

Eugenio García habla en nombre de las 27 familias que hacen posible 'El último puchero', ganadora del tercer premio en el certamen del que ayer se falló el resultado. Con una caseta diáfana, con telas estampadas en tonos ocres y una balaustrada de forja que separa el comedor de la barra, 'El último puchero' ha cumplido su cuarto año en Las Banderas. Más veteranas son las ganadoras del segundo y primer premio, La Charanga y El Continental. La primera ha homenajeado a Logroño, ciudad a la que este año se le dedica la Feria, con flores en tonos burdeos y buganvillas rosadas. «Hemos recuperado los cierros de forja que siempre han estado en las bodegas de El Puerto para crear un ambiente lo más agradable posible. Nuestro objetivo es que toda persona que entre, ya sea socio o no, esté a gusto».

Marcar la diferencia

Francisco Guerrero, con treinta años de 'Charanga' a sus espaldas, aseguró que la decoración de la fachada se salía del presupuesto. «No se puede con todo, y el Ayuntamiento mantiene unas tasas muy elevadas. Esta es la feria más cara de Cádiz». Con más o menos dinero, pero los socios de 'La Cayetana' sí han apostado por una portada diferente. «Queremos diferenciarnos y que nuestros clientes, que todo el año van a nuestros pubs del centro, nos identifiquen». Esta caseta es la única de Las Banderas que se ha hecho con un premio a mejor fachada. «No hace falta tanto dinero, sino un poco de imaginación», afirmó Emilio Roca, representante de los socios.

'El Continental', una habitual en los premios a la decoración, hizo gala al reconocimiento de la mejor forma posible: con un gran ambiente de tapas, copas y bailes por sevillanas. Una celosía con enredaderas ha dividido en dos el espacio de esta caseta, que recrea el encanto de un patio andaluz.