Bruselas avala el relajo por las «prudentes previsiones» y la difícil situación de España
El FMI celebra la aprobación de una senda de ajustes más «gradual» porque ayudará a impulsar la «recuperación y la creación de empleo»
BRUSELAS. Actualizado: GuardarLa Comisión Europea avaló ayer que España disponga de dos años adicionales para situar el déficit por debajo de la barrera sagrada del 3%. Tras varios meses de suspense, el Ejecutivo comunitario confirmó que los planes del Gobierno para extender hasta 2016 la reducción del desfase presupuestario resultan «coherentes» con su análisis de la situación económica del país. Bruselas había reclamado a Mariano Rajoy que se volcara con las reformas estructurales para impulsar el crecimiento, pero finalmente ha valorado más sus «prudentes» previsiones para los próximos ejercicios y el compromiso de que mantendrá el rumbo con los ajustes.
Olivier Bailly, portavoz de la Comisión, ofreció una primera lectura sobre el paquete de medidas y el cuadro macroeconómico aprobado por el Gobierno. Aunque la decisión formal no se tomará hasta el 29 de mayo, el responsable comunitario adelantó que los objetivos de déficit se adaptarán a la nueva senda diseñada en colaboración con el Ejecutivo. Según constató, el horizonte de 2016 es «equilibrado y ambicioso teniendo en cuenta la difícil situación» que atraviesa España. Había dudas de si Bruselas aceptaría otorgar una prórroga de dos años, pero la puerta ya está abierta y otros socios como Francia y Holanda podrían beneficiarse igualmente. Rajoy obtuvo una primera flexibilización el verano pasado que desembocó en la subida del IVA.
Bailly explicó que consideraban «crucial» que España modificara sus previsiones para los próximos ejercicios. A su juicio, los planes del Gobierno debían apoyarse sobre unos pronósticos «prudentes» que han quedado reflejados sobre el papel. Pese al empeoramiento de sus estimaciones, el Ejecutivo mantiene cierto grado de optimismo si se compara con el escenario perfilado por el FMI hace unas semanas. El Fondo calcula que la economía española se hundirá un 1,6% este año frente al 1,3% estipulado en Madrid. La Comisión divulgará el viernes sus propias cifras pero el giro de Rajoy facilita el relajo comunitario
Derecho a la rectificación
Bruselas parecía dispuesta a vincular su mayor flexibilidad con un amplio programa de reformas. Aunque esta exigencia no se ha evaporado completamente, todo apunta a que el Gobierno ha convencido más a la Comisión con el método tradicional: los tijeretazos. Su compromiso de mantener la subida del IRPF y revisar otras figuras tributarias cumple con el objetivo marcado de garantizar la solidez de las cuentas a medio plazo. El Ejecutivo comunitario, sin embargo, se reserva el derecho de rectificar. Bailly recalcó que en paralelo al expediente por déficit excesivo sigue activo el procedimiento por fuertes desequilibrios.
El portavoz comunitario recordó que España conoce perfectamente las exigencias de la Comisión desde el día 10. Entonces, Bruselas certificó que la economía española sufre «graves» desequilibrios que deben afrontarse de inmediato. El Gobierno intentará ganarse el respaldo comunitario con las distintas medidas difundidas ayer, que quedaron en un segundo plano porque ya se habían delineado. Bailly aseguró que examinarán todo el paquete para verificar si incluye «la cantidad suficiente de reformas de alta calidad». El veredicto de Bruselas se conocerá a finales de mayo y resulta más que probable que imponga nuevos deberes al Gobierno.
Pese a la previsible rigurosidad de la Comisión, España cuenta con el creciente apoyo del FMI. Ayer, la directora del Fondo, Christine Lagarde, manifestó su «fuerte respaldo» al Ejecutivo en su apuesta por una senda de reducción del déficit más «gradual». Según la exministra de Finanzas francesa, el relajo ayudará a impulsar «la recuperación y la creación de empleo».