Promesas incumplidas
Actualizado: GuardarDe todos es sabido que la cultura no es lo fuerte de nuestro ayuntamiento, aunque siendo honestos, salvaría la labor del concejal Antonio Castillo que a pesar del poco margen de maniobra que tiene y del ridículo presupuesto del que dispone, es de los pocos que lo intentan. Este desinterés generalizado cultural hace que el carnaval quede incluido en estas lides. Han pasado muchos almanaques y el carnaval de Cádiz sigue sin tener una infraestructura robusta que lo haga crecer con el tiempo. Nuestro ayuntamiento es incapaz de cumplir las promesas que lleva haciendo durante muchos años a los colectivos de nuestra fiesta. Como simple ejemplo comentar que ha transcurrido más de una década y los coros todavía no tenemos siquiera un lugar exclusivo y digno donde guardar y poner a punto nuestras bateas. Otra muestra de ello es que en 2014 se cumplirán 17 años de ese germen que transportaba la idea de construir un museo del carnaval. Fue en 1997 cuando, con la idea original de Valdivia y Martínez Ares, la Consejería de Cultura simultáneamente con la Asociación de Autores, iniciaran 'la Fundación 1884 Casa Museo del Carnaval de Cádiz' con el objetivo de edificar el Museo. Han pasado casi 17 años de aquello y han pasado tantas estratagemas políticas que su consecuencia es evidente, no hay museo de carnaval. Semejante de las promesas incumplidas es la creación de un nuevo patronato para el concurso. Muchos colectivos como la Asociación de coristas del Cañón o la Asociación de intérpretes y ejecutantes de Cádiz llevan años pidiendo participar activamente de su organización y lo único que escuchan cada septiembre, y así llevan varios años, es que ya es tarde para este concurso que para el próximo se estudiará. Promesas incumplidas que consiguen dividir a colectivos y asociaciones y que logran distraer la atención de lo fundamental.
El mantenimiento de nuestro patrimonio carnavalesco y el crecimiento de nuestra fiesta no están dentro de sus planes. La responsabilidad de estos incumplimientos es de nuestro consistorio y el ego de muchos autores su cómplice. ¿Cuántos se plantarían sin concursar?