El tranvía llega hasta Asturias para probar el sistema de frenos por sus pendientes
Aunque el resto de test se continúan haciendo entre Irún y Vitoria, se ha utilizado el Puerto de Pajares para poner la máquina en una situación límite
SAN FERNANDO. Actualizado: GuardarResulta complicado encontrar a un isleño que visualice el paso del tren-tranvía por la calle Real. La mayoría se ha acostumbrado a transitar por la vía sin tener en cuenta que en un futuro pasará por los raíles el vehículo, algo que muchos cuestionan, debido al incumplimiento de plazos y al retraso que existe para la puesta en marcha de este medio de transporte.
Ajenas a la polémica que suscita el tema en San Fernando, las máquinas continúan con un proceso de homologación (necesario al tratarse de un nuevo vehículo del que no se cuenta con ninguna experiencia) que les están haciendo recorrer media España. Su última parada ha sido la estación de Oviedo, ya que se ha elegido la orografía de Asturias para poner al tren-tranvía en una situación límite y comprobar su repuesta. Hasta el momento ha superado todos los test sin dificultad, sorprendiendo por su estabilidad y su capacidad, algo que de nuevo se puso en prueba en Asturias.
En esta ocasión se aprovecharon las fuertes pendientes que se localizan en el Puerto de Pajares para testar su sistema de frenado. El proceso de homologación es muy exigente y aunque en su recorrido entre Cádiz, San Fernando y Chiclana no tendrá que hacer frente a grandes inclinaciones, para obtener su visto bueno sí debe tener la suficiente fuerza y potencia para superarlas, así como para detenerse sin dificultad y con suavidad. Por ello la máquina ha estado varios días en esa región realizando pruebas en diferentes tramos con distintos grados de inclinación, con el objetivo de certificar su sistema de frenado.
La fase de homologación del material móvil del Tren Tranvía arrancó a finales de abril del 2012, lo que quiere decir que ya lleva un año, con el inicio de las pruebas dinámicas de la primera unidad por vía férrea entre Irún y Vitoria. Actualmente, esta unidad ya ha recorrido cerca de 6.000 kilómetros, con un grado de avance elevado (superior al 90%) en los principales test (ensayos de tracción y freno, y de compatibilidad con el sistema de señalización ferroviaria). La segunda unidad, que se incorporará en muy breve plazo a las pruebas en vía férrea (la homologación de las siete unidades de la flota sólo requiere del ensayo en vía ferroviaria de las dos primeras unidades), está ya preparada para afrontar estos ensayos. Por otro lado, ha concluido la fabricación de otras dos unidades más (por tanto, ya está concluida la fabricación de cuatro de las siete unidades contratadas) y las tres restantes se encuentran en diferentes fases de acabado.
El problema reside en que si la segunda unidad tarda tanto como la primera en cuanto al proceso de homologación, significa que hasta dentro de un año no se tendría las certificaciones pertinentes para que los vehículos pudieran transitar por la calle Real. Es decir, que los plazos nuevamente se extenderían en el tiempo para situarse en torno a la primavera de 2014. Unos seis años después de que comenzaran sus obras.