Los líderes del partido y las grandes empresas no donan al PP
Los dirigentes medios y la mediana y pequeña empresa se convierten en los principales financiadores privados del partido desde 2008
MADRID. Actualizado: GuardarLos altos mandos del partido y las grandes empresas no aparecen en las listas de donantes del PP desde que en 2007 se prohibieran las aportaciones anónimas. Entre 2008 y 2011 los contribuyentes fueron, además de ciudadanos sin relevancia política, compañías de tamaño mediano y dirigentes intermedios como parlamentarios y cargos autonómicos.
La desaparición de la financiación anónima supuso un revés para las arcas del PP. Solo entre 1999 y 2007, los populares recaudaron por esa vía opaca 33 millones de euros, según refleja un documento entregado por el extesorero Luis Bárcenas al juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz. Una media de más de cuatro millones de euros al año. Pero una vez que se impidieron las aportaciones sin firma, esa fuente de financiación menguó aunque en ningún caso supuso que el PP sufriera apreturas financieras. Al menos eso dijo Bárcenas en su declaración ante el fiscal el 6 de febrero: «El partido, gracias a la mejora de los resultados electorales, nadaba en la abundancia en 2008, 2009, 2010». Los éxitos en los comicios se traducían en un incremento de las subvenciones públicas que paliaban la caída de la recaudación privada.
El caso es que el primer año sin donaciones anónimas el PP obtuvo por aportaciones privadas casi 1,4 millones de euros; cifra que en 2009 cayó a 670.000 euros; en 2010 bajó hasta los 538.000; y solo en 2011, el año en que la victoria electoral de Mariano Rajoy se daba por descontada, subió hasta los 2,1 millones.
Espléndido Lapuerta
En la relación de filántropos, sin embargo, no se leen los nombres de los principales dirigentes, solo los de cuadros medios del partido. Ni Rajoy ni Cospedal ni Soraya Sáenz de Santamaría ni Ana Mato ni Esteban González Pons ni Alberto Ruiz-Gallardón dieron un euro a su partido, más allá de las cuotas mensuales que satisfacen como militantes, y cuya cantidad es voluntaria. Quizás en ese capítulo los principales líderes del PP fueran más rumbosos, pero no hay constancia.
El único miembro del Gobierno que ha hecho donaciones es el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que entregó 2.500 euros en 2009, dos años antes de entrar en el Ejecutivo. También Jorge Moragas, jefe de gabinete del presidente del Gobierno, ingresó 2.500 euros ese mismo año e hizo más aportaciones en años posteriores; el secretario de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, aportó 3.250 en el año 2010.
El único barón autonómico, baronesa en este caso, que se estiró, es un decir, fue Luisa Fernanda Rudi, quien entregó 150 euros en 2009, dos años antes de convertirse en presidenta de Aragón. En las cuentas del partido entregadas al Tribunal de Cuentas correspondientes a los ejercicios de 2008 a 2011 y que ahora forman parte del sumario de los papeles de Bárcenas solo figuran, al margen de donantes desconocidos que pueden ser o no militantes, diputados como Tomás Burgos, actual secretario de Estado de Seguridad Social, que aportó 1.800 euros en 2008; el alcalde Ferrol José Manuel Rey, con 4.000 ese mismo; Francisco Vaño, diputado por Toledo con mil, donación que repitió en años posteriores.
En 2009, la exconsejera de la Generalitat valenciana Gema Amor colaboró con 6.500; la diputada por Castellón Andrea Fabra, una donante habitual, entregó 500; Alberto Fernández Díaz, hermano del ministro y portavoz popular en el Ayuntamiento de Barcelona, regaló 2.500; el controvertido alcalde de Badalona, Xavier García Albiol, ingresó otro tanto; el alcalde coruñés Carlos Negreira, 3.000; el presidente del PP de Alicante, Miguel Ortiz, 6.500; el senador popular por Álava Ramón Rabanera, 6.000.
Pero fue en 2011, el año del gran triunfo electoral, cuando las donaciones al partido crecieron como setas. El procesado expresidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, donó 4.700 euros, Vicente Rambla, exvicepresidente de la Generalitat valenciana y condenado por el 'caso de los trajes', aportó 1.500 euros; el alcalde granadino José Torres Hurtado, 3.000; y el alto cargo de la Xunta de Galicia Manuel Varela Rey, 2.500, entre muchos otros.
El caso más llamativo es el del extesorero Álvaro Lapuerta, quien tras más de dos décadas al frente de las finanzas del PP dejó el cargo en 2008, y lo hizo de forma espléndida. Donó 60.000 euros, una de las colaboraciones de personas físicas más altas de la historia del partido. Una cifra que encima contrasta con la racanería de su sucesor. Bárcenas, ese mismo año, regaló 400 euros al PP.
Si los jefes populares brillan por su ausencia en la relación de mecenas de la organización, otro tanto se puede decir de las grandes empresas. En la supuesta contabilidad B del PP aparecían José Luis Sánchez, del grupo Sando; Manuel Contreras, del grupo Azvi; Javier del Rivero, de Sacyr; Alfonso García Pozuelo, de Constructora Hispánica; Juan Miguel Villar Mir, de OHL o Juan Cotino, de Sedesa, con entregas multimillonarias al PP en los primeros años del siglo, pero a partir de 2008 no hay rastro de ellos.
Las únicas grandes compañías que hacen donaciones públicas, según se recoge en la contabilidad de Bárcenas, son Inditex, que entregó 36.000 euros en 2008, y la cadena hotelera Iberostar, que colaboró con 70.000 en 2011. La financiación empresarial del PP durante los últimos años procedió de firmas de mediano o pequeño tamaño que hicieron desembolsos acordes con su poderío económico.